F1: GP Mónaco 2008
Hoy toca volver a desnudarme. Tranquilas chicas, no llaméis todavía al 112, porque va a ser sólo de cintura para arriba, y no real, sino metafóricamente hablando.
Soy uno más de esos aficionados que cuando era todavía un niño veía ensimismado una carrera en la que los coches pasaban por las calles de Mónaco. Entonces aun pensaba que todas las carreras de coches eran así: pasando por las calles, rozando los muros de metal, con la gente asomada a los balcones como quien espera que pase la cabalgata de los Reyes Magos. Algo así como darte una vuelta por Barrio Sésamo, pero con coches en los que no podías meter equipaje.
Y aun a día de hoy Mónaco sigue impresionándome. Quizás ya no lo vea con la inocencia de antaño, pero sin duda creo que lo disfruto mucho más. No importa que cada año se repitan las mismas imágenes; cada vez que un coche pasa rozando un muro, a mí se me siguen encogiendo las tripas.
Mónaco es todo glamour y lentejuelas; me recuerda un poco al Grand National, donde la mitad de los que van allí sólo lo hacen para lucir sombrero, aunque en el caso de Mónaco es un poco más ostentoso: hay que lucir yate. No importa si te gustan las carreras o no; si eres alguien en el mundo, tienes que ir a Mónaco.
Por supuesto, un año más, Mónaco no defrauda. Golfas, ricachones, directores de cine, más golfas, deportistas varios, más golfas aun... todos querían estar en las calles del Principado este fin de semana.
Todos —y todas— estaban presentes en el Gran Premio de este fin de semana. ¿Todos? No. Cuando llega Mónaco siempre hay que acordarse del más grande, del mejor: Ayrton Senna. Puede que ahora se hagan mejores tiempos en clasificación, incluso tras los cambios de trazado, pero ¿qué importa eso? Senna se convertía en El Piloto —con mayúsculas— en las calles de Mónaco.
La sensación al verle en la pista es demencial. No es sólo una cuestión de habilidad o coraje. Pilotar así en Mónaco es puro corazón. Amor a la velocidad, a superar el límite, a ir más allá de la lógica.
Ya lo decía Nelson Piquet (sí el padre del Nelsinho Piquet): rodar en Mónaco es como correr en una bicicleta por el comedor de tu casa.
Pero dejemos ya sentimentalismos baratos y cuentos de tiempos pretéritos.
Este fin de semana todos los pronósticos decían que el domingo iba a haber lluvia. Llevábamos sin ver una carrera en mojado desde el 97, y la verdad es que ya había ganas. La del 96, donde sólo terminaron cuatro de los 21 participantes (hasta hubo uno que chocó en la vuelta de reconocimiento), era el objetivo, aunque la verdad es que a mí las carreras por eliminación nunca me han gustado.
Y aunque el sábado llovió, lo hizo sólo en los libres, con lo que en la clasificación, donde Massa hizo una de esas poles que le dejan a uno como si se hubiera tomado unas judías pintas, sólo se salió el gran héroe del fin de semana: David Coulthard. Un tío que ha ganado dos veces en el Principado, que vive allí, que tiene un yate amarrado en la puerta de su casa, consiguió lo que nadie más ha hecho este fin de semana: chocar en todas las sesiones importantes. Sí, Alonso y Piquet también se han llevado unas cuantas, pero no me nieguen que el escocés es el que lo ha hecho con más estilo.
Pero no adelantemos acontecimientos, porque antes debemos decir que el domingo amaneció con lluvia.
— ¿Pero no era eso lo que queríamos todos? —se preguntarán los telespectadores de Telecinco.
Todos querían que lloviera porque se suponía que eso iba a Alonso, hasta tal punto que el único con luces suficientes como para no querer lluvia era el propio Alonso.
¿Lluvia en Mónaco? Prueben a coger la bicicleta de la que hablábamos, a meterla en el comedor de su casa y, para darle más emoción, echen jabón por el suelo. Pues eso es Mónaco con lluvia. ¿De verdad creen que un piloto en su sano juicio iba a querer que lloviera en Mónaco?
Y así comenzó la parrilla de salida del domingo, liderada por un Massa mucho más cargado de gasolina de lo que pensábamos, seguido de Raikkonen, Hamilton, Kovalainen, Kubica y un Rosberg que está pidiendo a gritos un coche como Dios manda. Detrás venían Alonso, Trulli, Webber y Coulthard, ya con el coche reparado.
Pero ¡ay!, el coche de Heikki no quiso arrancar en la vuelta de reconocimiento, así que cuando tomaron la salida los 21 que quedaban (y el finlandés desde boxes) y pasaron Santa Devota sin incidentes sólo pude pensar una cosa: sin duda, estos tíos son los mejores del mundo.
La carrera se ha dividido en dos tipos de pilotos: a los que les ha salido todo bien, y a los que les ha salido todo mal. En este grupo está Raikkonen, cuya mala salida no era nada comparado con lo que le esperaba, pero que le dejaba la segunda posición en bandeja a Hamilton, quien sin embargo no podía seguir a Massa, que llegó a tener más de 12 segundos de ventaja sobre Kubica antes de que el primer coche de seguridad se los arrebatara.
Pero es que a esas alturas Hamilton ya se había convertido en el primer piloto en probar el sabor de las barreras. Paró, cambió alerón, llenó el mechero, y salió quinto.
Con eso de dar espectáculo, el siguiente en tocar las barreras fue Alonso en Massenet, y poco después Coulthard, que ya tenía ganas de cambiarse los calzoncillos por unos secos, hizo lo propio en el mismo sitio. Pero no piensen que con eso de chocar él solo esta vez David iba a librarse de que le embistieran. Bourdais, que llevará participación en alguna casa de apuestas, se ofreció a atizarle antes de que el Red Bull se detuviera por completo. Una imagen bella, esa de ver a un coche de la segunda escudería embestir a uno de la primera.
Fue entonces cuando Raikkonen, que ya estaba en racha, tenía que hacer un drive through por aquello de no estar listo 3 minutos antes del comienzo de la carrera.
Si hay una característica que hace especial a Mónaco es que distingue perfectamente a los pilotos elegantes de los que son puro nervio. En un circuito tan bacheado, y lloviendo, seguir la misma trazada vuelta tras vuelta es, más que nunca, imposible. La cámara que apuntaba a la bajada desde el Casino hacia Mirabeau muestra cómo cada cual la hacía, literalmente, por donde podía.
Aunque todo tiene un límite, claro. Como por ejemplo el límite físico que dice que dos cuerpos no pueden ocupar el mismo espacio al mismo tiempo. Alonso se olvidó de esta cualidad de los cuerpos y se empeñó en adelantar a Heidfeld, otro de los pupas del día, en Loews. Los dos a boxes, y los dos a la cola del pelotón.
Y fue entonces cuando Massa decidió probar una trazada creativa en Santa Devota. Se fue recto, colocó el coche con un donut, y se puso detrás de Kubica.
Era el turno entonces de un tapado: Timo Glock. Con un trompo precioso en Mirabeau golpeó la barrera con el mejor estilo posible. Hubiera sido el mejor del día de no ser porque Rosberg, que había estado perfecto todo el fin de semana, se empeñó en comprobar in situ si las enfermeras en los hospitales de Mónaco eran tan guapas como se cuenta.
Antes de eso el baile de neumáticos —que otros contarán mejor que yo— dejaba a Hamilton liderando con solvencia exquisita la carrera, seguido de los dichos: Kubica y Massa.
La prueba de que con un coche malo y mucho talento se puede hacer algo grande en Mónaco ya lo demostró Senna en la carrera del 84, pero hoy lo hubiera podido repetir Sutil de no haber caído en el grupo de los desgraciados.
Sutil iba cuarto antes del accidente de Rosberg. Cuarto. Cuarto, con el peor coche de la parrilla. Cuarto, con el coche que Fisichella no había sabido llevar a la meta. Pero salió el coche de seguridad y, no me pregunten por qué, cuando Raikkonen frenó a la salida del túnel acabó chocando contra la parte trasera de Sutil. Una lástima.
El choque dejaba a Sutil fuera, y a Raikkonen noveno, que aun tenía tiempo para intercambiar unas cuantas vueltas rápidas con el octavo, Kovalainen. Estaba claro que tanto el Ferrari como el McLaren estaban preparados para ir rápidos en el Côte d'Azur, pero ya era tarde.
Tan interesante ha sido la carrera a todos los niveles que hasta mi santa madre ha visto colmada su ansia por ver a la princesa Carolina de Mónaco (la que se casó con el borracho) cuando Hamilton ha subido al podio.
Más cosas interesantes: al gordo sandio se le ha fastidiado lo de que Hamilton no ha ganado ninguna carrera sin salir desde la pole. Lástima. Tendrá que volver a decir lo de cambiar las marchas con las levas.
Queridos niños: Ferrari lleva sin ganar en el Principado desde el 2001, y eso que allí corrió el F2002 el que es posiblemente el mejor coche de la historia. Con la de hoy ya son 7 ediciones sin ganar, entre las que han habido 4 mundiales de pilotos y otros tantos de constructores. Mónaco es especial.
PD: Señor Vettel, si esta moza es quien yo creo que es, sepa usted que se ha ganado un poderoso enemigo. Como dice un compañero del trabajo (al que tengo por amigo), Vettel a tomar por culo.
Los resultados:
Posición | Nº | Piloto | Equipo | Vueltas | Tiempo | Parrilla | Puntos |
1 | 22 | Lewis Hamilton | McLaren-Mercedes | 76 | 2:00:42.742 | 3 | 10 |
2 | 4 | Robert Kubica | BMW Sauber | 76 | +3.0 secs | 5 | 8 |
3 | 2 | Felipe Massa | Ferrari | 76 | +4.8 secs | 1 | 6 |
4 | 10 | Mark Webber | Red Bull-Renault | 76 | +19.2 secs | 9 | 5 |
5 | 15 | Sebastian Vettel | STR-Ferrari | 76 | +24.6 secs | 19 | 4 |
6 | 17 | Rubens Barrichello | Honda | 76 | +28.4 secs | 14 | 3 |
7 | 8 | Kazuki Nakajima | Williams-Toyota | 76 | +30.1 secs | 13 | 2 |
8 | 23 | Heikki Kovalainen | McLaren-Mercedes | 76 | +33.1 secs | 4 | 1 |
9 | 1 | Kimi Räikkönen | Ferrari | 76 | +33.7 secs | 2 | |
10 | 5 | Fernando Alonso | Renault | 75 | +1 Lap | 7 | |
11 | 16 | Jenson Button | Honda | 75 | +1 Lap | 11 | |
12 | 12 | Timo Glock | Toyota | 75 | +1 Lap | 10 | |
13 | 11 | Jarno Trulli | Toyota | 75 | +1 Lap | 8 | |
14 | 3 | Nick Heidfeld | BMW Sauber | 72 | +4 Laps | 12 | |
Ret | 20 | Adrian Sutil | Force India-Ferrari | 67 | Accident damage | 18 | |
Ret | 7 | Nico Rosberg | Williams-Toyota | 59 | Accident | 6 | |
Ret | 6 | Nelsinho Piquet | Renault | 47 | Accident | 17 | |
Ret | 21 | Giancarlo Fisichella | Force India-Ferrari | 36 | Gearbox | 20 | |
Ret | 9 | David Coulthard | Red Bull-Renault | 7 | Accident | 15 | |
Ret | 14 | Sebastien Bourdais | STR-Ferrari | 7 | Accident | 16 |
[Actualizado]
No os perdáis la crónica, más moderada que de costumbre pero tan buena como siempre, en nuestro blog amigo F1 de hoy y de siempre. Aunque mañana pecará de nuevo al leer el Marca y volverá a perder los nervios...
El Anaconda vuelve a darnos todos los detalles de una de las mejores carreras de los últimos años.