— Gafas de sol de chichinabo compradas en FocalPrice, 2 dólars.
— Pantalones de fantasía comprados en el Cobo Calleja, 4 dólars.
— Sandalias de plástico prohibidas por la OMS, 3 dólars.
— Salir como la foto de las golfas en el misántropo, no tiene precio.
¿Se imaginan qué hubiera sido de Brasil 2003 a día de hoy? ¿O de Mónaco 1984? Probablemente hubieran durado 7 horas, se hubieran parado y relanzado media docena de veces y hoy nadie hablaría de grandes gestas sino de grandes bodrios. Antes de parar una carrera deberían preguntar a Hamilton y a Räikkönen si creen que se puede disputar. Con que uno de los diga que adelante, se debería seguir.
Todo el espectáculo que se nos negó en Australia nos ha sido devuelto por los dioses del motor en un GP malayo que ha comenzado con otra de esas decisiones tan absurdas que sólo mutilan la poca incertidumbre de los GP actuales. La "teoría del manguerazo" vuelve a entrar en la sala abriendo la puerta de un puntapié y dando un puñetazo en la mesa con hechos irrefutables. ¿Qué pasó con los aspersores del tío Gilito?
Alonso ha tenido su día. No sólo porque ha volado mientras sus rivales nadaban y cuidaban la ropa con la pista aún húmeda, sino porque ha encontrado su némesis, en la estrategia y en la actitud a un Sergio Pérez que ha estado enorme. ¿Se acuerdan de esas "grandes gestas" de Button el año pasado arriesgando con la elección de neumáticos cuando nadie sabía qué iba a pasar? Pues Pérez, cuando podía haber intentado pillar algún punto saliendo décimo, ha tirado una moneda al aire, la ha atrapado antes de que la diosa Fortuna dictara sentencia, y ha optado por la tremenda: cambio a neumático de lluvia extrema en la segunda vuelta y a cruzar los dedos. Massa, Button y Alonso han seguido su ejemplo, y, si bien es cierto que este último, junto con Pérez, ha tenido suerte con la lluvia que ha seguido, todo el mérito del resultado final ha sido completamente suyo.
Felipe Massa haciendo pruebas con vistas a conseguir un trabajo para el 2013.
La primera ronda de clasificación ya dejaba entrever que las cosas no iban a estar calmadas para nadie. Grandes y pequeños salían a rodar con los neumáticos más blandos. Esta vez la damisela en apuros era Vergne. El de Toro Rosso quedaba fuera junto a Kovalainen, Petrov, Glock, Pic (al que reconozco que todavía no le pongo cara), De la Rosa y Karthikeyan, que esta vez sí superaban el 107%.
En la Q2 quedaban fuera Maldonado, Massa, Senna, Di Resta, Ricciardo, Hulkenberg y Kobayashi.
La Q3 fue de las moviditas, con Schumacher colándose tercero detrás de los McLaren. Hamilton repetía pole y Button repetía primera línea de parrilla. Webber se aupaba cuarto, seguido de Räikkönen y de Vettel, que marcaba su tiempo con duros para guardar un juego de blandos para la carrera (¿Pero no había previsión de lluvia desde la semana pasada?). Grosjean, Rosberg, Alonso y Pérez cerraban los diez primeros puestos.
— ¿Así que esta era la figura de cera que me iban a hacer? ¿Qué están insinuando?
¡Esto es un insulto! ¡Yo no tengo tantas patas de gallo!
La formación de la parrilla comenzaba con una suave lluvia que apenas cumplía con las expectativas: queríamos un diluvio marca de la casa. Los semáforos se apagaban y todo el mundo salía con intermedios. Grosjean se colaba tercero, aunque poco después Webber pasaba a Schumacher y al propio Grosjean. Lo peor les vino cuando Schumacher se tocó con Grosjean en la curva 4, lo que los dejó a los dos en la cola del pelotón. Al terminar la primera vuelta Hamilton y Button mantenían sus posiciones seguidos de Webber, Vettel y Alonso.
Sin haber cruzado la meta ni una sola vez, Pérez y Senna tomaban la línea de boxes para montar neumáticos de lluvia extrema. Massa lo haría una vuelta después, y en la cuarta Alonso y Button. En la quinta vuelta Hamilton, Webber, Vettel, Rosberg y Räikkönen ya no tenían dudas y entraban también a cambiar sus intermedios.
Cuando ya estábamos frotándonos las manos, vino el tito Whiting con su Safety Car para (permítanme la expresión) desaguarnos la fiesta. Lo que iban a ser un par de vueltas de seguridad se ha tornado en bandera roja y ver en los coches, otra vez, aparcados en la parrilla de salida. La cosa estaba con Hamilton, Button, Pérez, Webber, Alonso y Vettel copando las seis primeras plazas.
— A ver tu boletín, Lewis. Lengua, necesita mejorar. Matemáticas, necesita mejorar. Historia, necesita mejorar. Ciencias naturales, necesita mejorar. La leche, tienes peores notas que Paquirrín.
— ¿Será porque soy negro?
Con la suspensión de la carrera aprovecharon para montar una feria de artesanía en la parrilla: marroquinería, piedras mágicas, baratijas hechas a mano, jabones naturales, llaveros de cuero y quemadores de inciensos exóticos.
Con la pista todavía mojada pero lluvia ligera se volvió a arrancar la carrera detrás del Safety Car, y Button se iba camino de boxes para montar intermedios. Comenzaba entonces Alonso la que iba a ser la exhibición del día: primero adelantando a Webber, luego adelantando a Pérez, y por último saliendo por delante de Hamilton al entrar a la vez a montar los intermedios. Button se tocaba con Karthikeyan cuando iba a pasarle y acababa cayendo hasta el fondo del pelotón después de repetir la entrada a boxes para cambiar el alerón delantero.
Después de la parada de Alonso paraba, desde delante, Sergio Pérez. Apenas 15 vueltas disputadas y Alonso adelantaba a Pérez para ponerse líder. Hamilton rodaba tercero seguido de Rosberg, Vettel y Räikkönen.
— Y vino Button y le rompí el alerón, y vino Vettel y le rajé una rueda...
— Pero chico, ¿tan difícil es dejarte pasar sin romperle algo al que te va a doblar?
— Ya decía yo que eran muchas banderas azules para un país con unas playas tan malas.
Comenzaba entonces la parte de la carrera que a la postre iba a darle la victoria a Alonso: con la pista mojada llevó su Ferrari, vuelta tras vuelta, lejos de Pérez, lejos de Hamilton, y aún más lejos de Vettel y Räikkönen.
El mundo al revés, Button se desesperaba intentando recortar el tiempo que había perdido con su paso por boxes tras tocarse con el HRT. Y tanto se desesperaba que tuvo que entrar a cambiar sus intermedios por otros frescos.
Alonso corría y corría, sin preocuparse por minimizar daños, sin echar mano de la calculadora, sólo yendo lo más rápido posible. Y, oh sorpresa, sólo Pérez le aguantaba el ritmo.
Pasadas apenas 15 vueltas desde el último cambio de neumáticos los de Alonso comenzaban a desfallecer, lo que dejaba a Pérez y a su juego de intermedios tratados con tanto cariño con el Ferrari a tiro. ¿Sería este el día en que sus estrategias locas (léase estrategias de cuidar los neumáticos como si fueran de cera y aguantarlos hasta que estén en las lonas) iban a funcionar?
— Mira Felipe, me he instalado en el iPhone un detector de gañanes.
— ¿A ver? ¡Déjame que lo pruebe! Oye, esto no es un iPhone, es una cajetilla de tabaco con una pegatina de Pokemon.
— Confirmado, la aplicación funciona.
La distancia con Alonso caía a un ritmo de 8 décimas por vuelta. Eso, con 7 segundos de diferencia, iba a hacer que la distancia se redujera más rápidamente de lo que nadie podía prever. Si Sergio había aguantado a Fernando con la pista mojada, le estaba machacando con la pista secándose y los intermedios usados.
Acosado por Pérez, que ya lo tenía a tiro de DRS, Alonso entra a boxes a falta de 15 vueltas para el final y monta slicks blandos usados. Pérez y Hamilton paraban una vuelta después. Pérez montaba un juego de duros, nuevos, perdía todo el tiempo que ya había recuperado con Alonso y volvía a ponerse a 7 segundos de distancia que Pérez se veía forzado a luchar por recortar, y Alonso se veía forzado a luchar por mantener.
Caían las vueltas y caían los segundos que tanto había celebrado Lobato. A menor ritmo que con los intermedios, pero Pérez seguía acercándose a Alonso, sutil e inexorable como un inspector de hacienda.
Mientras Pérez bregaba por ponerse a tiro de DRS de Alonso, Vettel doblaba a Karthikeyan y el
idio indio le rajaba la rueda trasera izquierda con su alerón, lo que le mandaba a boxes y por ende fuera de los puntos.
— ¡Borra esa estúpida sonrisa de tu cara y sal ahí a ganar esa carrera, maldita salchicha germana!
Con Alonso a tiro Pérez nos recordó que aunque no es un rookie sigue siendo un novato. Con la pista casi seca se tragaba la curva 14 y perdía toda posibilidad de alcanzar a Alonso salvo que apareciera corriendo por la pista un escocés con un cartel pidiendo que nos arrepintamos de nuestros pecados.
Así, con una carrera en la que todo el mundo se ha confabulado para
minimizar daños los únicos que no minimizaban eran los que copaban los dos primeros puestos del cajón. Hamilton se conformaba con descorchar el champán, Webber se encontraba con un cuarto puesto y Räikkönen no pasaba de quinto pese a acabar marcando la mejor vuelta, como a él le gusta. Senna, con sus habituales excursiones incluidas, acababa sexto. Schumacher cerraba los puntos de los que Vettel y Button se quedaban excluidos. Massa repetía el bochorno de la semana anterior, que no merece la pena comentar.
Quién iba a decir hace un par de días que Ferrari, que estaba en el vórtice del torbellino de ignominia, iba a terminar este fin de semana con uno de sus pilotos liderando el mundial. ¿Qué p*ta mierda es esa de
"disputar para minimizar daños"? A las carreras se va a correr, a ganar, a luchar por el puesto del que va delante, aunque sólo suponga pasar de último a penúltimo. Cada posición ganada debe ser una victoria, y no un dato más a meter en una tabla de combinaciones con vistas al final de temporada.
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La clasificación final del GP de Malasia del 2012:
Posición | Nº | Piloto | Equipo | Vueltas | Tiempo | Parrilla | Puntos |
1 | 5 | Fernando Alonso | Ferrari | 56 | 2:44:51.812 | 8 | 25 |
2 | 15 | Sergio Perez | Sauber-Ferrari | 56 | +2.2 secs | 9 | 18 |
3 | 4 | Lewis Hamilton | McLaren-Mercedes | 56 | +14.5 secs | 1 | 15 |
4 | 2 | Mark Webber | Red Bull Racing-Renault | 56 | +17.6 secs | 4 | 12 |
5 | 9 | Kimi Räikkönen | Lotus-Renault | 56 | +29.4 secs | 10 | 10 |
6 | 19 | Bruno Senna | Williams-Renault | 56 | +37.6 secs | 13 | 8 |
7 | 11 | Paul di Resta | Force India-Mercedes | 56 | +44.4 secs | 14 | 6 |
8 | 17 | Jean-Eric Vergne | STR-Ferrari | 56 | +46.9 secs | 18 | 4 |
9 | 12 | Nico Hulkenberg | Force India-Mercedes | 56 | +47.8 secs | 16 | 2 |
10 | 7 | Michael Schumacher | Mercedes | 56 | +49.9 secs | 3 | 1 |
11 | 1 | Sebastian Vettel | Red Bull Racing-Renault | 56 | +75.5 secs | 5 |
|
12 | 16 | Daniel Ricciardo | STR-Ferrari | 56 | +76.8 secs | 15 |
|
13 | 8 | Nico Rosberg | Mercedes | 56 | +78.5 secs | 7 |
|
14 | 3 | Jenson Button | McLaren-Mercedes | 56 | +79.7 secs | 2 |
|
15 | 6 | Felipe Massa | Ferrari | 56 | +97.3 secs | 12 |
|
16 | 21 | Vitaly Petrov | Caterham-Renault | 55 | +1 Lap | 19 |
|
17 | 24 | Timo Glock | Marussia-Cosworth | 55 | +1 Lap | 20 |
|
18 | 20 | Heikki Kovalainen | Caterham-Renault | 55 | +1 Lap | 24 |
|
19 | 18 | Pastor Maldonado | Williams-Renault | 54 | Engine | 11 |
|
20 | 25 | Charles Pic | Marussia-Cosworth | 54 | +2 Laps | 21 |
|
21 | 22 | Pedro de la Rosa | HRT-Cosworth | 54 | +2 Laps | 22 |
|
22 | 23 | Narain Karthikeyan | HRT-Cosworth | 54 | +2 Laps | 23 |
|
Ret | 14 | Kamui Kobayashi | Sauber-Ferrari | 46 | Brakes | 17 |
|
Ret | 10 | Romain Grosjean | Lotus-Renault | 3 | Spin | 6 |
|