domingo, 20 de enero de 2008

Un viaggio a Maranello: Ultimo giorno

El jueves era mi último día en Italia. A las 12 debía estar en el aeropuerto de Bolonia y no daba tiempo como para volver a ir al Museo de Ferrari a cortejar apropiadamente a mi nueva amiga italiana, así que me dirigí a la pista de Fiorano para despedirme apropiadamente.

Allí da igual la hora a la que vayas, porque siempre hay alguien muerto de frío junto al muro, esperando con cara de ensimismamiento que el sonido de un motor italiano caliente la mañana y le devuelva a la vida.

Tras las abluciones pertinentes bajé del coche, me acerqué a la valla y no dije adiós, sino hasta otra. A los sitios así, como a los buenos amigos, nunca se les olvida.

Enchufé entonces el TomTom para que me salvara de acabar perdido en un ignoto pueblo de la Toscana, trabajando como viñador al servicio de una pequeña casa de labriegos. Como era aún temprano y no tenía ninguna prisa, cuando me dio la opción de ir por autopista o por carreteras normales no lo dudé: vamos a ver mundo.

Con la voz metálica de Marta como guía, tomé una carretera de doble sentido que pasaba por todos los pueblos habidos y por haber desde Fiorano hasta Bolonia. Una carretera digna de ver, porque el ancho daba para que pasaran dos coches justos; no tenía arcenes y más allá del borde del asfalto había un terraplén que no debía bajar del medio metro de desnivel.

El tráfico era denso y la limitación de velocidad estaba marcada a 70 pero allí nadie bajaba de 90 ó 100 kilómetros por hora. Se fueron yendo de mi camino varios coches hasta que acabé detrás de un camión. Un camión de los grandes, con su caja independiente y demás. Lo digo porque quede claro que no estoy refiriéndome a una furgoneta o algo por el estilo. Pues hete aquí que comencé a fijarme en que el camión que llevaba delante, cada vez que llegaba a una curva, se ceñía al borde exterior pisando la línea blanca que delimitaba la carretera de un vuelco seguro, cortaba por interior y se abría a la salida de nuevo, huyendo como alma que lleva el diablo. ¿Me engañaban mis ojos? No. Una, otra y otra vez repitió la maniobra. Pero no quedó ahí la cosa. Si ya he dicho antes que la carretera estaba "limitada" a 70, a la entrada de los pueblos había un panel con luces que indicaba, primero, que la velocidad máxima en la zona urbana era de 40 y, segundo, la velocidad a la que estabas circulando. Si ya estaba yo deslumbrado con las dotes piloteadoras del camión en carretera abierta, en llegando a los pueblos fue demasiado para mí: ¡el camión me dejaba atrás!

No hubo entonces ninguna duda: cual Asterix el galo por tierras romanas no pude sino exclamar ¡están locos estos italianos!

Así que finalmente llegué al aeropuerto, volví a mi tierra y comencé el periodo de reflexión en el que todo el mundo se esfuerza por retener en la memoria todo lo que ha visto, vivido y sentido.

Ha pasado ya un mes, y aún no he asimilado que estuve donde estuve. Para mí sigue siendo como haber visto un montón de fotos, todas juntas, de sitios que ya había visto antes en otras fotos. Sólo digo que en la F1 Racing de este mes sale una foto de la puerta de Ferrari en Maranello, y cuando la vi al pasar la hoja aún pensé durante un microsegundo "algún día tengo que ir" antes de recuperar la consciencia y recordar que yo mismo hice una foto parecida.

Y todo ha sido por culpa de la gente de SIA: me han quitado la última ilusión realizable que me quedaba en la vida. Menos mal que me he largado, porque si no lo mismo me dicen que los reyes son los padres o algo así.

Para mayor escarnio, resulta que las muestras de cariño, públicas y privadas, me han desbordado. A alguien como yo, que de natural soy sensiblero, llorón, y un poco marica, no le pueden empujar al precipicio de las emociones y esperar que salga indemne.

Decía Cervantes en su última obra (y de la que estaba más orgulloso), Los trabajos de Persiles y Sigismunda, lo siguiente acerca del llanto:

Por tres cosas es lícito que llore el varón prudente: la una, por haber pecado; la segunda, por alcanzar perdón dél; la tercera, por estar celoso: las demás lágrimas no dicen bien en un rostro grave.
Creo que no he pecado, así que no puedo llorar por ello. En no habiendo pecado, tampoco es lícito que llore por alcanzar perdón. Así que permítanme que justifique las lágrimas por estar celoso.

Dicen que cuando te vas de un sitio una parte de ti se queda allí. No me gusta dejarme nada atrás, así que prefiero pensar que en vez de dejar una parte de mí, en realidad me he llevado conmigo una parte de todos los demás.

Queridos niños: sólo queda ya dar de nuevo las gracias a todos los que me han mandado sus comentarios (en público y en privado), y a todas las muestras de cariño que me llevo y seguro no he sabido corresponder como merecían. Gracias.

10 comentarios:

  1. Esa mezcla de Cervantes con Ferrari merece un sonoro:

    OLE OLE Y OLE!!

    Se me han puestos los pelos como escarpias!!

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  2. Supongo que este tipo de demostraciones de afecto y cariño sólo se dan a personas con genio y figura, que normalmente son tal que no son capaces de reconocerlo y más entonces se lo merecen.
    Tambien es cierto que algo de nosotros te has llevado porque no tenemos subida y tu tienes finiquito...xDDD
    Un abrazo fuerte.

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  3. No sé porqué lo de genio y figura me ha hecho pensar en Chiquito de la Calzada, al cual no le llego ni a la suela de los zapatos.

    Y con lo que me han pagado de finiquito os podían haber subido... los precios de la máquina de café.

    Por cierto, Rod, muchas gracias por tu comentario :)

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  4. Me alegro que lo vivieras tan intensamente. La gente no suele comportarse de forma tan natural.

    Creo que deberías aventurarte a escribir algún cuento o ensayo o lo que quieras... se te da bien. No solo he disfrutado del contenido si no que también del rico y variado vocabulario que esgrimes.

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  5. Mas que los sitios son las personas las que se guardan eternamente en la memoria. Los que hemos tenido el placer de conocerte nunca olvidaremos experiencias y frases como TODAS GOLFAS !!!, las excursiones al Cambrinus del Opción, agarrados al asiento, escuchando AC/DC, mientras intentabas que chirriasen los neumáticos de tu coche al coger una glorieta ..., las compras del Media Mark, esas bolsas rojas sobre tu mesa ..., Mónica..., que guapa es la muchacha !, tu afición a Ferrari. Gracias a ti he aprendido muchas cosas : Los hilos en java, que son como semáforos ..., 'El gasto de hoy es el ahorro del mañana...' (que bueno), '... cuando estés dentro de la curva, hay que acelerar más, no frenes ...' (cierto), ' ... ve por el carril izquierdo y a mayor velocidad mejor ...' Podría seguir ... y no sé cuando acabaría. Pero no quiero destacar sólo lo visible, dentro de este compañero hay un verdadero AMIGO, alguien a quien confiar ciegamente, mirada limpia, apoyo sin condiciones.
    Gracias por todo Ventu, gracias por los años que nos has dado, gracias por ser nuestro amigo.

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  6. Dijimos que no íbamos a hacernos llorar :´)

    Gracias una vez más a todos por darme tanto. Lo digo de todo corazón.

    Por cierto, te ha faltado recordar aquello de que "las mujeres son blanditas y huelen bien" x´´DDD

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  7. Si es que hay tantas ...

    "Quiero ver pleiboi tibiii !!"
    (para menear la sardina)

    Que bueno !

    http://www.youtube.com/watch?v=nJxUIFySWHg

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  8. "las mujeres son blanditas y huelen bien"... hmmm... excelente...
    me lo vuelvo a apuntar...

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  9. Esos momentos periodicos viendo el burlador de castilla en tu sitio... (una vez al mes al menos)

    Los monos titis, el calefactor de altisimo potencia...de longhi... el yo no daba mas de 600.. el COMPRA!!!!
    (que apunto ha estado de llevarme a la ruina, aunque ahora molo mucho más claro)

    ainss.. esas luchas de pelotitas que acababan en el despacho de Duran...

    ese ¿tienes catalogos de guitarras? no?¿ pues entonces no molas una mierda....

    ains :`-)

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  10. Bueno, ya que has conseguido que me meta en tu blog, que cabron!! Pues te has ganado un comentario :P

    Lo primero, ya estoy recuperado de "El Hostión", que se que os tenía preocupados xDDD y lo segundo, que grande eres!!

    Cuando vuelva al mundo laboral, se va a echar de menos tener a alguien tan entrañable como tu de compañero, con su pin de SUN jaja. La verdad que, que va a ser ahora de los perros abandonados cuando los atropellan en la A5, quien va a llamar al 112 cuando hay colchones en la carretera para que se tumbe un desgraciado, con o sin coche, que va a ser de los taxis cuando se salen en "tu curva", los camiones de ultramarinos en llamas, jaja, la verdad que vaya tela la A5 en SIA ... y quien me va a dibujar perritos en postit que dicen guau, guau!! Y mi coche con sus llantacas que!! Nadie en papel lo va a plasmar tan bien jajja y quien me va a enseñar a dibujar sobres, que ya se me ha olvidado xDD

    Como ves, hay muchos recuerdos, y
    un amigo, eso es con lo que me quedo yo.

    Termino con una frase:

    "TU SI QUE MOLAS"

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