miércoles, 20 de junio de 2007

De los perdedores y el sentido de la vida


El perdedor español¡Buenos días mundo! Hello world! Buon giorno mondo! Bonjour monde! Guten Morgen Welt!

¿Cómo están ustedes? ¡Bieeeeeeeeeeeeeeeeen!

¿Ha sido todo el mundo saludado? ¿Están todos contentos? Pues entremos en faena.

Existe un chiste recurrente que reza así:

Hoy hace un día maravilloso.
Seguro que viene alguien y lo jode.
Es curioso porque se puede saber el estado de ánimo de cualquiera diciéndoselo. La reacción puede ir desde la indiferencia hasta la carcajada, aunque, por supuesto, además del estado de ánimo influye el sentido del humor, el nivel de alcohol en sangre o el idioma materno del interlocutor.

No obstante todo esto, hay un tipo de persona al que este chiste en concreto más que a risa le puede mover al llanto: estamos hablado de El perdedor. El perdedor pensará inmediatamente: "Este tío sabe algo que yo no sé. Y es algo malo, lo presiento."

A los perdedores se les reconoce de inmediato porque caminan arrastrando los pies, como si temieran que al perder el contacto con el suelo éste fuera a desaparecer. La mirada, perdida, oteando el negro día que se le avecina. La cabeza ladeada y el espíritu roto.

El perdedor anglosajónEl perdedor es alguien que se gasta 50 euros en unos CDs y, cuando aún no ha terminado de quitarle el plástico, se le resbala de las manos; para que no caiga al suelo directamente saca el pie y, en vez de amortiguar la caída, engancha una volea espectacular y consigue destrozar la caja y tirar los CDs por encima del armario.

En el trabajo el perdedor también es fácilmente reconocible: llega el primero, se va el último, y le caen todas las mierdas. La frase que más suele oír es "Esto lo viste tú en su momento, ¿no? Pues venga, como ya lo conoces lo tocas en un momento que no te cuesta trabajo".

El perdedor, normalmente, va en transporte público. Aguanta olor a sobaco por la mañana. Aguanta olor a sobaco por la tarde. Aguanta olor a sobaco por la noche. Cuando llega a su casa suele oír "hueles a sobaco". La otra variante es que tenga un coche destartalado, más sucio que el retrete de un bar de carretera y con más roces que el culo de una prostituta.

El perdedor no fuma. El perdedor no bebe. El perdedor no folga. Al perdedor le lloran los ojos si fuman a su lado. El perdedor pierde el conocimiento si se bebe una cerveza sin alcohol. Al perdedor, en vez de sangre, le corre escarcha por las venas.

La antítesis del perdedor: el triunfadorAl perdedor no le gustan las mujeres. El perdedor está enamorado de una mujer, y no tiene ojos para las demás. El perdedor siempre se enamora a primera vista; perdidamente; con devoción enfermiza. Pierde el sentido de la realidad y acaba consiguiendo que aquella por la cual bebe los vientos piense que es gilipollas, marica, o que está bajo los efectos de sustancias estupefacientes. Es incapaz de articular palabra en su presencia, pero, cuando está solo, visualiza todo lo que tenía que haber dicho y hecho, pero no hizo.

A un perdedor no le falta de nada, lo cual le convierte inmediatamente en un ser anodino y desmotivado. "¿Quieres algo? No, ya tengo de todo." Y, así, es difícil tener una ilusión y dejar de ser un perdedor.

Queridos niños, ¿qué ha hecho que los perdedores, seres inferiores, sigan existiendo pese a la evolución natural de las especies? Pues que, como ya dijimos por aquí,

somos necesarios para que otros ganen y sean felices. Cumplimos una tarea social fundamental: sin perdedor no hay ganador.

Que Dios os bendiga.



Más información:
http://www.youtube.com/watch?v=K4pOY7ybVLs
http://www.compfused.com/directlink/385/

8 comentarios:

  1. Ya nadie te escribe comentarios ? :(

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  2. Esa frase junto con "Sirvo para dar mal ejemplo" son dos cosas sobre las que se fundamenta esta sociedad.

    Pero bueno señores, para que todo funcione sin que todo el mundo ponga su poquito, es necesario que algunos lo pongan todo.

    Y que coños, ya sabeis "Siempre vencido pero nunca derrotado"

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  3. Veo que se me ha olvidado decir que nadie quiere que le vean comentando el blog de un perdedor.

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  4. Mmmm... a veeeer, a veeeer... creo que conozco a alguien que coincide con la descripción, pero no caigo ahora mismo.

    El caso es que dicen que todo se pega, menos la hermosura... ¡y estoy empezando a arrastrar los pies! ¡oohhh, Dios mioooo!!!

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  5. Un perdedor es un perdedor exclusivamente porque quiere serlo.

    No hay perdedores y ganadores, hay derrotistas y voypasandovoymolandoconeldedosaludandotistas

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  6. Bueno, el perdedor tiene algo bueno, que es el argumento que me dijo una vez uno del atleti (club de eternos Losers), y es que peor no se puede estar...
    Solo se puede ir a mejor.

    De todas maneras, cuanto lloriqueo...

    Venga, todos a la vez...

    VENTURA, TE QUEREEEEEMOOOOOOS!!

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  7. No digas eso de que "no se puede estar peor" ni en broma.
    ¡Siempre, siempre, SIEMPRE, se puede ir a peor!

    "Tocar fondo" sólo indica que has dado con el culo en algo, no que no puedas seguir cayendo.

    Tu prepotencia nos va a traer problemas a todos, ya verás.

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  8. Tengo que darte la razón sobre la sociedad anodina en la que vivimos, donde los borregos pastan sin saber muy bién el qué y sin saber muy bien por qué, rodeados de seres absurdos con vidas vacias cuya única preocupación es pensar si sus tetas están bien, recrearse en lo malo que les ocurrió en el pasado con su ex o si algún equipo ganó la liga, esos son los verdaderos perdedores gente que ve pasar las horas esperando su muerte, no creo q la gente q comparte con los demás sus rayos de genialidad sean perdedores, el problema es que en esta sociedad tienes q conocer las reglas del juego para dejar de ser un perdedor tal y como comentas, necesitas encontrar las estúpidas reglas que mueven los hilos, pero quizá cuando las descubras prefieres tu vida y tus verdaderos amigos, muchas veces es mejor lo que tenemos que lo que deseamos, cuidado con lo que deseas ..., y antes de que se me olvide, la tía de la que está enamorado el perdedor suele ser una calienta de cuidado que lo utiliza a su antojo, tampoco olvidemos que gracias a aguantar las jilipolleces de estas calienta-braguetas el perdedor va perdiendo cada vez más autoestima, he dicho,

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