domingo, 31 de mayo de 2009

De burlar a la muerte jugando al ajedrez

Playing chess with deathDesde hace mucho, mucho, mucho tiempo los seres humanos han temido con especial interés un selecto puñado de cosas. Estoy seguro de que las suegras, los impuestos, la guardia civil de carretera y la Muerte encabezan la lista de cualquiera. Y digo la Muerte, con M mayúscula, porque estoy refiriéndome a la representación antropomórfica en sí, no al hecho de dejar de vivir.

La personificación de la Muerte se caracteriza por una serie de particularidades bastante aceptadas: capa negra, cara pálida (casi siempre huesuda), guadaña y, fundamental, poco tiempo libre. El trabajo de la Muerte es un trabajo a tiempo completo.

Aunque quizás la representación más popularmente aceptada es la que aparece en El séptimo sello, de Ingmar Bergman. Un menda que vuelve a Suecia después de 10 años en las cruzadas se encuentra a la Muerte, que no se ha dado el viaje para hacer turismo, y la reta a una partida de ajedrez para ganar tiempo: Si pierde, se irá con la Muerte; si gana, vivirá. El resultado, en los mejores cines.

No me imagino a la Muerte, uno de los cuatro jinetes del Apocalipsis, echando partiditas de ajedrez, la verdad. Igual que dicen en el mus que los jugadores de chicuela son jugadores de tercera, yo creo que los jugadores que juegan al ajedrez con la muerte son unos pringaos. (¿Algún ajedrecista en la sala?)

¿Y esto a qué viene? Pues no lo tengo muy claro, la verdad. No he tenido ninguna premonición, por si a alguien le preocupa, y tampoco es que me haya dado por jugar al ajedrez. Y no, tampoco me va a quitar el sueño que el Betis haya bajado a segunda, las cosas como son. Podría buscar implicaciones morales, históricas o filosóficas a esto de la muerte, pero hoy no me apetece.

El caso es que, si tuviera la posibilidad de jugar una partida de ajedrez con la muerte para salvar mi vida, me aseguraría de tomármelo con calma. Con mucha calma. ¿Que hay un reloj? ¿Qué es eso?

Queridos niños: como nunca se sabe cuándo te va a visitar la dama de negro (no confundir con la dama de rojo), creo que, por si acaso, voy a refrescar cómo se movía el caballo. Además, nunca se sabe cuándo vas a jugar tu siguiente partida.


Haz click aquí si no ves el vídeo.

martes, 26 de mayo de 2009

Oda a un bolardo

bolardos


Bolardo gris y ominoso
henchido de fiera roca,
buscas víctima a buen tino
y trabas quien se te antoja.

Contigo pasan los días,
contigo pasan las noches,
rompes algunos tobillos
pero no pasan los coches.

Bolardo de piedra y odio
derrochas antipatía,
enfrentarse a tu dureza
sin duda es una osadía.

Te cruzaste en mi camino
cuando menos te esperaba
causando este cruel dolor
que ahora mi pie socava.

Bolardo soez y procaz
de piedra de serranía,
buscabas hacer el mal
y hallaste la pierna mía.


Queridos niños: ¿Quién podía decirme hace diez días que pretendía atacarme un bolardo transparente que se hizo visible en el mismo momento en que mis huesos probaron el duro suelo? Está claro que los videntes estaban de vacaciones, o si no no estaría con el pie en alto con una fisura en el pie izquierdo.

La foto de los bolardos me dejó usarla Ángel Rollón. ¡Muchas gracias!

domingo, 24 de mayo de 2009

F1: GP Mónaco 2009

Mírame a los ojos... no, a LOS OTROS ojosMónaco, el lugar donde las mujeres vencen a la cordura, ondean su pelo al viento yendo de copiloto en deportivos descapotables, y vacían las carteras ajenas sin remordimientos. El principado en el que un rey con vista decidió que los ricos necesitaban un sitio donde comparar el tamaño de sus yates sin que los pobres les miraran mal.

Una vez al año las calles monegascas cambian por unas horas el olor a tarjeta de crédito y perfume caro por una amalgama de fragancias mezcla de lo que se viene a llamar las cinco Ges: gasolina, goma, guardarrail, glamour y... golfas. Un puzzle de ruidos, colores y olores, culminado en lo que antiguamente era la carrera más impredecible del año.

Recuerdo que leí una entrevista a Nico Rosberg en la que decía de Mónaco algo parecido a "Aquí me crié yo. Crecí jugando al fútbol con los amigos cerca de Loews, y dando paseos por el puerto con mi padre". Es cachondo el menda. Y qué humilde, además. Lo decía con cariño, como cuando un tío de las Barranquillas te cuenta dónde aparcaban los coches robados los yonquis, o el día que salió en la tele cuando los de Callejeros le hicieron una entrevista. Quizás por impresionar a sus amigos del fútbol Rosberg marcó los mejores tiempos en los libres del jueves. Quizás por impresionar a su padre a partir del sábado se dedicó a pasearse por el puerto.

Dicen que sin la pole no se puede ganar en Mónaco, y es cierto, pero no es menos cierto que la pole no asegura nada. 78 vueltas en un circuito en el que las escapatorias se sustituyen por muros de metal pueden arruinarle la pole a cualquiera. Con eso de la aerodinámica de juguete y la falta de control de tracción, cualquiera hubiera pensado que la clasificación (y la carrera) iba a convertirse en la catarsis de las guascas, pero, oiga, aunque algunos comentaristas no se lo crean, estos tíos son los mejores pilotos del mundo.

Por eso, aunque Hamilton acabara contra el muro en la bajada de Mirabeau, o precisamente porque él fue el único que acabó en la grúa (dejamos el besito de Massa en la Q1 en un mero chiste), me vuelvo a descubrir ante esta panda de locos capaces de pasar rozando un guardarrail a más de 200 kilómetros por hora y volver a acelerar buscando la siguiente curva.

La clasificación del sábado puso de nuevo en todo lo alto a los Brawn, con Raikkonen entre ellos. Primero Button, luego Kimi, Barrichello, que celebraba su cumpleaños (37 castañas), y, sorprendiendo con su más que exigua carga de gasolina, Vettel, que se quejó amargamente de que Nakajima le había fastidiado la vuelta. Quinto se coló Massa, seguido de Rosberg (que volvió a ganar el premio al mejor peinado), Kovalainen y Webber, octavo. Noveno y décimo fueron Alonso y Nakajima, que llevaban tanta gasolina encima que cuando fueron al pesaje de la FIA más de uno pensó que pretendían sacar vino del Piamonte de estraperlo. ¿Quién iba a pensar que ir cargado podría ser la mejor opción estratégica para correr en Mónaco? ¡A mí no me miren!

El domingo crucé todos los dedos que podía cruzar (que son alguno menos de los 20 previsibles). Si a Raikkonen la funcionaba el Kers como debía, era posible que adelantara a Button en la salida. Y colocarse primero en el primer paso por Santa Devota es tener media carrera en el bolsillo.

Pero claro, como decía el Chapulín Colorado, ¡no contaban con mi astucia! El que ganó posición no fue Raikkonen, sino Barrichello.

Rápidamente los Brawn tomaron las de Villadiego. Kimi quedaba en tierra de nadie, a 15 segundos de la cabeza, y le seguía en la lejanía un Vettel que montó un trenecito precioso, con Massa, Rosberg, Kovalainen, Webber y Alonso en emulando a los monoplazas de GP2.

Al que no le gustó mucho el trenecito fue a Massa, que perdía tiempo con la cabeza como quien tiene la lavadora rota: a chorros. Desesperado detrás de Button, al final se tragó la chicane de la salida del túnel. Aunque la idea era sólo dejar recuperar la posición a Vettel, se le coló también Rosberg antes de Tabac. Pírrico resultado para tan buena voluntad.

Mientras tanto Barrichello, según contó en la rueda de prensa posterior, se quedó sin ruedas traseras. De tanto ir pegado a Button perdiendo apoyo en el eje delantero acabó por destrozar las traseras. Raikkonen le alcanzó, pero, como siempre, era imposible adelantar.

Con las paradas de Vettel y de Rosberg prácticamente se acabó la carrera. Massa recuperaba el tiempo perdido hasta colocarse a cola de Raikkonen, y por detrás se montaba otra de esas carreras de monitor de tiempos. No voy a entrar en detalles porque a buen seguro el Anaconda lo hará mucho mejor que yo, pero una cosa es clara: como decía Fraile, la Formula 1 sigue siendo un deporte de ajedrecistas.

Otra vez, los Brawn y su "ilegalidad permitida" (Lobato dixit) han confirmado que no sólo hace falta un buen coche para ganar. Aunque algunos piensen que un difusor da o quita razones victorias, el viejo y avezado Sr. Brawn pertenece a un linaje de ganadores que no se detienen en minucias. ¿Se acuerdan del tío que quedó segundo en la carrera de cuadrigas de Ben-Hur? Ben-Brawn, un antepasado de Ross Brawn, sin duda.

Algunos lo habrán olvidado, y otros ni siquiera habían nacido (deportivamente hablando) cuando Ross Brawn y un tal Michael Schumacher montaban estrategias de cuento de hadas. Sólo a alguien muy avezado en esto de montar estrategias se le hubiera ocurrido ganar en Francia con una estrategia de cuatro (¡cuatro!) paradas. Pero no era algo premeditado. La estrategia en una carrera de F1 es como el sexo: uno tiene que adaptarse a lo que vaya surgiendo, y, si no funciona lo previsto, lo mejor es buscar otros caminos.

¿Os acordáis de cuando Schumacher y Hakkinen se engañaban mutuamente? ¿Aquellos tiempos en los que todo el plantel de mecánicos de Ferrari salía de su box esperando que entrara el coche a repostar, para luego saludar al respetable y volver a meterse sin haber apretado ni una tuerca? Todavía recuerdo cuando en Ferrari paraban 3 ó 4 vueltas antes de tiempo para engañar a los rivales. ¿Quién podía calcular cuándo iba a hacer la segunda parada un tío que rodaba en tiempos de clasificación con gasolina para 4 vueltas más? Pues sí, un heptacampeón del mundo, retirado, con un caballero en el muro que, a día de hoy, sigue ganando carreras.

El que siga creyendo que los Brawn ganan por un difusor que ya les ha copiado media parrilla, que se vaya a ver el tenis. Las carreras se ganan en la fábrica, en la pista, y en el muro.

Alonso perdió cualquier posibilidad de ganar una posición sin que intervinieran los abandonos por culpa de una estrategia penosa en origen, inadaptativa y, francamente, bochornosa. ¿Treinta vueltas atascado detrás de un Force India y a nadie en Renault se le ocurre cambiar la estrategia? ¿Pero qué esperaban? ¿Que se cruzara un dodo por la pista?

Los tíos que hacen las estrategias de hoy en día son unos vulgares. Hacer la misma estrategia que el que llevas delante, en el mejor de los casos, va a hacer que quedes detrás del que llevas delante.

Pero bueno, el caso es que, a falta de competencia subido a un coche, Button se quedó con ganas de correr (aunque también sin competencia), así que en vez de llevar el coche hasta el podio prefirió dejarlo en el box y pegarse una carrerita para saludar a Alberto de Mónaco con la lengua fuera.

Además de la victoria de Button, hay que aplaudir otras carreras que, a mi juicio, han sido especialmente buenas, y más considerando los medios con los que contaban: Bourdais y Fisichella no sólo acabaron en la misma vuelta que el ganador, sino que anduvieron en puntos durante buena parte de la carrera. Y todo sin difusores, sin Kers y sin zarandajas: sólo manos, pies y una buena estrategia.

Por la parte que me toca, Ferrari sugirió en Barcelona (hay que reconocer que con poco éxito) que estaban en el buen camino; hoy parece que lo confirman.

Como siempre, para saber qué pasó de verdad, nNo os perdáis las crónicas y análisis de los colegas bloggeros de F1, que están enlazados ahí a la derecha.

Ah, casi se me olvida... ¡Son todas golfas! Y qué gusto me da oírlo y decirlo.

La clasificación final:

Posición
Piloto
Equipo
Vueltas
Tiempo
Parrilla
Puntos
1
22
Jenson Button Brawn-Mercedes
78
1:40:44.282
1
10
2
23
Rubens Barrichello Brawn-Mercedes
78
+7.6 secs
3
8
3
4
Kimi Räikkönen Ferrari
78
+13.4 secs
2
6
4
3
Felipe Massa Ferrari
78
+15.1 secs
5
5
5
14
Mark Webber RBR-Renault
78
+15.7 secs
8
4
6
16
Nico Rosberg Williams-Toyota
78
+33.5 secs
6
3
7
7
Fernando Alonso Renault
78
+37.8 secs
9
2
8
11
Sebastien Bourdais STR-Ferrari
78
+63.1 secs
14
1
9
21
Giancarlo Fisichella Force India-Mercedes
78
+65.0 secs
13

10
10
Timo Glock Toyota
77
+1 Lap
19

11
6
Nick Heidfeld BMW Sauber
77
+1 Lap
16

12
1
Lewis Hamilton McLaren-Mercedes
77
+1 Lap
20

13
9
Jarno Trulli Toyota
77
+1 Lap
18

14
20
Adrian Sutil Force India-Mercedes
77
+1 Lap
15

15
17
Kazuki Nakajima Williams-Toyota
76
+2 Laps
10

Ret
2
Heikki Kovalainen McLaren-Mercedes
51
Accident
7

Ret
5
Robert Kubica BMW Sauber
28
Brakes
17

Ret
15
Sebastian Vettel RBR-Renault
15
Accident
4

Ret
8
Nelsinho Piquet Renault
10
Accident damage
12

Ret
12
Sebastien Buemi STR-Ferrari
10
Accident
11

domingo, 17 de mayo de 2009

De lectores silenciosos, anónimos o ignotos

Homer Simpson Mr.XCuando era un niño (bueno, debería decir "cuando tenía pocos años") escuchaba con mi madre un programa de radio que, una vez a la semana, estaba dedicado a los niños. No me preguntéis sobre qué trataba el programa, qué músicas ponían o ni tan siquiera cómo se llamaba, porque no me acuerdo. Lo que sí recuerdo es que, aunque las líneas de teléfono se suponía que estaban abiertas a todos, siempre llamaban los mismos.

Un buen día hicieron un "especial" para los que habían llamado (o no) pero nunca habían podido salir en antena.

Se ve que tenía muchas ganas de hablar (o que mi madre me pinchó), porque ahí llamé yo. Recuerdo que me cogió una señora bastante desagradable que me preguntó como media docena de veces si había hablado antes con el presentador. A mí me han enseñado que no hay que decir mentiras y, sin mentir, le contesté cada vez que no había hablado con nadie. Les di mi nombre, mi teléfono, y me fui a jugar.

Se me fue el santo al cielo, y cuando vino mi madre a buscarme para avisarme de que me llamaban de la radio, yo ya no estaba a lo que tenía que estar. Cogí el teléfono, me pasaron con el presentador y, en mi debut mediático, cuando el buen señor me preguntó qué quería decir, sólo atisbé a decir "Quiero saludar a mis abuelos".

Hoy, por más que me gustaría, ya no podría saludar a mis abuelos, aunque estoy convencido de que allí donde estén saben lo mucho que les echo de menos.

Como es costumbre en mis historias que no van a ningún lado, ya estarán todos los que hayan seguido leyendo hasta aquí preguntándose ¿pero a qué viene esta historia? Pues a que el viernes estuve comiendo con unos muy buenos amigos (¡gracias!) y, por lo visto, tengo más lectores de los que creía (lo que en la práctica os convierte en cinco en vez de cuatro).

Si juntamos eso con que precisamente la semana pasada el post con el vídeo del anuncio de Bud Spencer vino tras un comentario anónimo que atribuí erróneamente a Horus, un habitual por estos lares, vine a acordarme de aquel programa que yo escuchaba, de aquel día que llamé a la radio, y de mis abuelos.

Resumiendo, este post está dedicado a todos los que están ahí detrás leyéndonos pero nunca han comentado, a los que han dejado comentarios anónimos, y, por supuesto, a los que comentan habitualmente. ¡Ah, y a mis abuelos!

A todos, muchas gracias. Y ya sabéis que lo digo de corazón. Si nunca os habéis animado a comentar y queréis hacerlo, hoy es el día. Podéis saludar a la familia, a las novias, a los vecinos, a las mascotas... vamos, que tenéis carta blanca. Y por supuesto, si no queréis comentar, gracias igualmente.

jueves, 14 de mayo de 2009

Del marketing viral, las modas que van y vienen, y unas cuantas hostiejas más

PIM PAM!De ver las películas de Bud Spencer y Terence Hill después de David el Gnomo o Willy Fog en las sobremesas de los fines de semana, ahora nos tragamos telefilmes basados en historias reales de una niña desaparecida en los 60 que se reencontró con su verdadera madre 20 años después de haber sido adoptada por una pareja de Reno que no podía concebir y que se la encontró tirada en un váter de una gasolinera.

¿Es esto lo que queremos que vean los niños de hoy? ¿No sería mejor educarlos enseñándoles a distinguir lo que está bien de lo que está mal con la siempre sabia manita de hostias?

Pues hay que ver lo que es esto del marketing viral. El marketing viral y las modas, que todo cuenta. Un personaje casi olvidado (¡no por todos!) de repente aparece imitado en un programa de televisión y ya vuelve a estar en el candelabro. ¿Por cuánto tiempo? Poco, seguro, así que mejor aprovechar el tirón rápidamente.


Haz click aquí si no ves el vídeo.

Como siempre, el original es mejor que cualquier imitación. El martillo pilón, la hostia a rodabrazo, y, como dijo Rodros en el post anterior, se recoge también una bonita muestra de "La hostia del aplauso: Calienta orejas simétrico y ecuánime". A ese mimo se le van a quitar las ganas de volver a hacer el gilipollas en la calle, y con un poco de suerte igual se apunta a un curso de CCC de auxiliar de geriatría.

Pero, ¿para cuándo el retorno de Chiquito? Toda una generación de prepúberes víctimas de la LOGSE, enviadores compulsivos de SMS, botelloneros y consumidores de la píldora del día después han preguntado a sus padres quién era ese tal Bud Spencer que aparece repartiendo estopa en los anuncios, pero nadie sabe quién era Condemor, o a dónde iba "ese caballo que viene de Bonanzar", o qué coño es eso de "bórrame el cerito".

Queridos niños: "hostia que no se da, hostia que se pierde". No lo olvidéis. Él nunca lo haría.

¡Gracias Horus Mundo Viejuno por el vídeo!

lunes, 11 de mayo de 2009

Jeroglífico tifosi

Después del ridículo de la Scuderia Ferrari en el GP de España, mañana martes 12 de mayo se juntarán en Maranello para buscar a alguien a quien echarle las culpas. ¿Se imaginan lo que va a decir Massa?

jeroglifico FerrariLas respuestas (es muy fácil), en los comentarios. Y más fácil aún si digo que está inspirado por el comentario de van Erro.

domingo, 10 de mayo de 2009

F1: GP España 2009

Podium GP España 2009Tenía el cuaderno en el que tomo notas lleno de los datos de repostajes, tiempos por vuelta y posiciones en carrera. Lo que son las típicas notas de una bosta de carrera infumable, sin adelantamientos, y que no tiene nada que envidiar a la típica carrera que llevamos años viendo en Montmeló, para qué engañarnos. Y sin embargo cuando ha terminado la carrera tenía tal enfado que a punto he estado de quemar el cuaderno y pegarle una patada al portátil que me daba los tiempos.

El sábado ya teníamos el primer disgusto: el muro de Ferrari volvía a cagarla con la estimación de tiempos de la Q1, como ya hicieran con Massa en el GP de Malasia. "Esto no se volverá a repetir" —decía Domenicalli. Pues menos mal. Raikkonen quedó eliminado con el decimosexto mejor tiempo en la Q1 porque a algún lumbreras italiano se le ocurrió que los tiempos de los terceros libres son de fiar para la clasificación del sábado.

golfasLo que sí es de fiar es que en Montmeló las poles huelen a victoria. De hecho, la posición con la que se sale en la parrilla suele apestar a la posición con la que llegarás al final; salvo que tengas kers y salgas detrás de un Force India, o que te dediques a racanear combustible para llegar a meta, claro.

Sin embargo la salida parecía que alteraba el orden establecido. Button, Vettel, Barrichello y Massa intercambiaban posición. Barrichelo pasaba de 3º a 1º, y Massa salía adelantaba a Vettel, poniéndose tercero.

Alonso, yendo descargado, hacía otra salida de las suyas y pasaba de octavo a sexto, firmando desde la salida que iba a llevarse más puntos de los que pensaba.

Por detrás Heidfeld ha montado un trenecito seguido por Raikkonen, Kubica y Hamilton, que ha sido capaz de remontar desde la última posición en la que se había quedado en la salida hasta el noveno puesto final. Nula recompensa para una buena carrera.

Peor ha ido a los finlandeses. Kovalainen primero y Raikkonen después se quedaban tirados en la pista. Mala carrera para los rubios, aunque Rosberg al final haya pillado puntos.

En la vuelta 18 empezaba el baile de paradas. Se suponía que Massa iba más largo que los tres que llevaba delante, pero quizás sólo era que iba más cargado. Sí, sí, ya saben... como cuando vas a la gasolinera, echas gasolina como para llegar y luego resulta que se te enciende la luz de la reserva cuando estás a mitad de camino. Primero paraban Button y Alonso, en la vuelta 18. Barrichello, Massa y Vettel lo hacían en la 20.

Barrichello enseñaba las cartas y planteaba una carrera a tres paradas. De hecho fue el único capaz de bajar de 1:23, y empezaba una persecución endiablada entre unos y otros por ver a quién le cuadraban más las cuentas.

Jarno Trulli GP EspañaCuando en una carrera dejas de ver la tele para centrarte en el monitor de tiempos a sabiendas de que no te vas a perder nada, es que algo falla.

Pero al menos uno no falló: Webber tuvo un ritmo de carrera perfecto, calculó las paradas para hacerlas en el momento justo, y, sorpréndanse, ¡echó gasolina suficiente para llegar a la meta! Además fue capaz de salir de su segunda parada

Por si alguien decidió no ver el final de la carrera y meter la cabeza en el congelador intentando sobrellevar la modorra, la cosa se resume en que, a falta de escasas 10 vueltas del final, y después de que Massa hiciera una más que meritoria contención de Vettel, su ingeniero lo dijo que tenía que ahorrar gasolina. Y eso que el alemán iba mucho más rápido pero no pudo adelantarle ni en la pista (obvio) ni en las paradas. Eso a diez vueltas del final. A cuatro, simple y llanamente, le dijeron que dejara pasar a Vettel, porque igual no llegaba. Y no sólo le pasó Vettel. También lo hizo Alonso, y a punto estuvo de hacerlo Heidfeld.

Para hacernos una idea de la ignominia, Massa cruzó la meta y ni siquiera consiguió llegar al box. Y casi mejor, porque de haber llegado lo mismo se tira contra el muro. O al menos debiera haberlo hecho, y ningún juez hubiera podido condenarle.

Obviando la cagada de Ferrari, que se ha empeñado en animar las últimas vueltas a costa de palmar unos puntos que ya no le van a servir para ganar el mundial porque se les ha puesto imposible, esta carrera me ha recordado al tío que sale en el anuncio del TDT gritando "¡Lo dije, hay que adaptar la antena!". Pero claro, nosotros podríamos decir "¡Lo dijimos, esto va a ser un coñazo!"

Muchas mejoras para el GP de España en el F60, pero ninguna en los tíos que controlan el cotarro. A Massa le ha faltado poco para quedarse sin llegar a la meta, y seguro que no he sido el único que se ha acordado de cuando Hakkinen se quedó tirado en la última vuelta del GP de España del 2001 (que conste que no es mi intención hacer daño a David Anaconda, fiel seguidor de las flechas de plata). El coche parado en la pista, y el finlandés haciendo autostop al coche de David Coulthard. Mika Hakkinen todavía tuvo la dignidad y la caballerosidad de volver saludando al público mientras volvía a boxes subido en el pontón del coche del escocés, y todo cuando acababa de perder frente a su eterno rival un GP que tenía en el bolsillo.

Pero es que hay motivos por los que puedes echar por tierra una carrera y mantener la cabeza alta. Por romper algo yendo al límite, por arriesgar demasiado en un adelantamiento, por salirte de la pista remontando bajo el diluvio... pero no por quedarte sin gasolina. No hay excusa cuando todo lo que tenían que hacer era llegar. Mal, muy mal. Massa vuelve a tener en casa el enemigo que ya le privó del campeonato del 2008.

También ha tenido mala suerte Barrichello, que siempre se lleva la peor parte cuando los de Brawn se ponen a diseñar los repostajes. Ya le pasó en Bahréin, cuando perdió la carrera en un fallo estratégico que le colocó detrás de Piquet tras su parada. Cierto es que él mismo ha declarado hoy que ha tenido problemas en los segundos neumáticos, pero ya lo dice el refrán: "Da igual si la piedra va al cántaro, o el cántaro a la piedra: mal para el cántaro".

Sólo los Toro Rosso han ido peor: en la primera curva han empezado a empaquetar lo que ha quedado sano tras la colisión entre Sutil y Trulli. Sutil se salía por la izquierda, Trulli, por la derecha, y los dos volvían a la pista por el mismo sitio: por donde venían los Toro Rosso. Buemi y Bourdais: dos pilotos, un parte al seguro. Como decía el señor Burns, "yo me voy por mi izquierda, yo me voy por mi izquierda, ustedes se van a la mierd...".

Y llego ya a lo que todos están esperando, y a lo que a mí más me gusta: despellejar a los de la sexta.

Justo es que si critico las cosas malas de las retransmisiones, aplauda las buenas. He de aplaudir, porque es algo que llevo mucho demandado, que por fin se hayan decidido a emitir en 16:9. Pero, como la alegría dura poco en la casa del pobre, cuando hay que reescalar de 4:3 a 16:9 la señal una cadena con tan mala calidad de emisión como es la Sexta, la imagen se ve, sinceramente, fatal. Aunque algo es algo, y mejor esto que nada.

Pero se acabó el momento de gracia. Bobato, hijo mío, eso de decir cuando sacan la grada que hay "mucha gente animando a Ferrari, quizás porque es el futuro" te deja al nivel profesional del que nunca has escapado: el de chovinista advenedizo que no debería haber salido de un campo de fútbol de segunda división.

Pero Bobato no es el único, claro. El plantel de grandes periodistas se completa con profesionales de la talla de Jacobo "Andestás" Vega, capaz de decirle a un ingeniero de Renault "El kers, vaya tela, ¿eh?". Claro que la respuesta anduvo a la altura: "Oye, a veces va bien".

O la pregunta de Nira "quéestáncomiendoenrenol" Juanco: "¿Se pueden cargar los Brawn el mundial?" Bueno, si que no gane Ferrari, McLaren o Renault es "cargarse" el campeonato, entonces han habido muchos mundiales que se han "cargado" escuderías como Williams, Lotus, o, mirando un poco más atrás, Brabham y demás. Otra que se merece un asiento en el olimpo de los diésel. Como decían los Summers: "Diésle una hostia. Diésela".

Y como siempre digo, si quieren saber lo que de verdad aconteció, ni dejen de visitar a J.Arce y al Anaconda.

La clasificación final:

Posición
Piloto
Equipo
Vueltas
Tiempo
Parrilla
Puntos
1
22
Jenson Button Brawn-Mercedes
66
1:37:19.202
1
10
2
23
Rubens Barrichello Brawn-Mercedes
66
+13.0 secs
3
8
3
14
Mark Webber RBR-Renault
66
+13.9 secs
5
6
4
15
Sebastian Vettel RBR-Renault
66
+18.9 secs
2
5
5
7
Fernando Alonso Renault
66
+43.1 secs
8
4
6
3
Felipe Massa Ferrari
66
+50.8 secs
4
3
7
6
Nick Heidfeld BMW Sauber
66
+52.3 secs
13
2
8
16
Nico Rosberg Williams-Toyota
66
+65.2 secs
9
1
9
1
Lewis Hamilton McLaren-Mercedes
65
+1 Lap
14
10
10
Timo Glock Toyota
65
+1 Lap
6
11
5
Robert Kubica BMW Sauber
65
+1 Lap
10
12
8
Nelsinho Piquet Renault
65
+1 Lap
12
13
17
Kazuki Nakajima Williams-Toyota
65
+1 Lap
11
14
21
Giancarlo Fisichella Force India-Mercedes
65
+1 Lap
20
Ret
4
Kimi Räikkönen Ferrari
17
+49 Laps
16
Ret
2
Heikki Kovalainen McLaren-Mercedes
7
Gearbox
18
Ret
9
Jarno Trulli Toyota
0
Accident
7
Ret
12
Sebastien Buemi STR-Ferrari
0
Accident
15
Ret
11
Sebastien Bourdais STR-Ferrari
0
Accident
17
Ret
20
Adrian Sutil Force India-Mercedes
0
Accident
19

martes, 5 de mayo de 2009

De los que ya no están, los que siguen aquí, y los que están mermados, pero contentos

Alex ZanardiA nadie le hubiera extrañado que el viernes pasado recordara que se cumplían 15 años sin Ayrton Senna (no os perdáis el video por nada del mundo). Fue el mismo fin de semana en que también perdió la vida Roland Ratzenberger. Los dos últimos pilotos muertos en accidente durante un fin de semana de Gran Premio.

En la carrera de Monza del 2000 falleció un bombero por las heridas que le provocó un neumático que salió volando en el accidente de la primera vuelta en el que se vieron envueltos 6 pilotos.

Senna es el último de los 45 pilotos de Formula 1 que ha perdido la vida pilotando en la máxima categoría hasta el momento (y cruzamos los dedos). Esto implica que muchos otros perdieron la vida en otras carreras y en otras categorías (incluido un bicampeón como Jim Clark, en 1968); eran otros tiempos, y en esa época parecía que pedir seguridad en los circuitos era de cobardes.

Hace un par de números salió en la F1 Racing la historia de ese año 68, que desencadenó el movimiento en pro de la seguridad que lideró Jackie Stewart.

“Vi a mi mujer haciendo la maleta de un muerto. ¿Cómo podía quedarme de brazos cruzados?”
La cosa mejoró, al menos en lo que a pérdidas humanas se refiere, pero aunque hayan pasado 15 años desde la muerte de Senna y las medidas de seguridad hayan mejorado, los accidentes en los deportes de motor siguen existiendo.

El 15 de septiembre del 2001 Alex Zanardi sufrió un accidente en el que perdió las dos piernas por encima de las rodillas. Para un piloto perder las dos piernas es un golpe moral similar al que tendría un pianista si perdiera los dos brazos.

Pero aunque cualquiera se hubiera venido abajo Zanardi volvió a pilotar, e incluso en el 2006 se montó de nuevo en un F1. A día de hoy conduce dignamente un BMW en el WTCC.

En el año 2004 Alex Zanardi publicó un libro contando su historia, y de la entrevista con David Letterman en el que lo presentaba, vienen estos vídeos.


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“I feel very fortunate to have had this reaction, because I think human nature includes a repertory of reactions. It's not a particularly quality, I was lucky to be born so optimistic and so positive.”

Queridos niños: hoy necesitaba un post optimista, aunque yo no lo sea. Si yo no puedo infundir optimismo, espero que Zanardi sí lo haya conseguido.