domingo, 28 de octubre de 2007

De italianas, amores y el uso terapéutico del chocolate

Stringiamci a coorte, Siam pronti alla morteTan sólo 7 días después del GP de Brasil, la resaca del final del campeonato del mundo de F1 se ha olvidado, como se olvidan los asesinos la colilla en la escena del crimen, o como se olvida uno de comprar el pan Bimbo cuando va al supermercado de la esquina.

Ya podemos decir que el sentir popular español, tan digno de respeto, ha olvidado las afrentas, las discordancias irreconciliables, las manipulaciones deshonrosas del deporte realizadas desde el contubernio de las más altas instancias y, por qué no, que también ha olvidado a sus ídolos. Esta semana ya nadie ha mentado a Hamilton, a Alonso, a Räikkönen, a Ecclestone o a Mosley, aunque antes de retomar en las conversaciones del bar temas como el fútbol, el gran hermano y las tetas de Angelina Jolie, aun se ha podido debatir animosamente el último Gran Premio del 2007.

¿Pensarán ustedes que quizás se habló del tremendo despropósito de Hamilton? No. ¿De la falta de ritmo de Alonso? Tampoco. ¿De la estrategia de equipo de Ferrari? Mal. Aunar en una frase las palabras "F1 y Brasil" sólo tenía una respuesta plausible: "¡Menuda titi salió cantando el himno de Italia!".

Siam pronti alla morte, L'Italia chiamò!Como diría Sancho, "ni quito ni pongo rey" y, sí, la verdad es que a mí también me llamó la atención. Me gusta Ferrari, me gusta Italia, me gustan las italianas, me gustan las morenas, y resulta que aquí tenemos a una moza que trabaja en Ferrari, que es italiana a la vista de lo enconada que cantó el himno de Mameli, que es una morena de muy buen ver, y que encima derrocha alacridad. ¡Oh! ¡Dios mío! ¡Pero si estoy enamorado!

Estar enamorado es como tener un sarpullido en el culo: es algo inopinado, llega cuando menos se espera, cuando peor viene, y cuesta un huevo quitárselo de encima. Afortunadamente, tanto para lo uno como para lo otro existe un remedio barato. En el caso del enamoramiento, el remedio más recomendable es el chocolate. En el caso del sarpullido, basta con dejar el ordenador unos días y salir a la calle a que te dé el aire. Si a alguien no le funciona alguno de estos remedios, sólo tiene que intercambiar los tratamientos: dejar el ordenador si se está enamorado, y tomar chocolate si se tiene un sarpullido en salva sea la parte.

Pero es que este es un amor imposible. Además de que ni siquiera sé cómo se llama, de que vivimos en países distintos, de que hablamos lenguas distintas, de que de que son todas golfas (menos mi madre y mi hermana) y de mi notoria misoginia, se añade un escollo insalvable: ella está enamorada de otro. Esa mirada de ojos entornados, esa sonrisa ridícula, esos movimientos desgarbados y los gestos propios de tener mariposas flotando en el estómago sólo pueden querer decir que está prendada de Kimi. Y lo entiendo.

Italia, la nación heredera del Impero Romano que dominó la vieja Europa desde su fundación el 753 a.C. y la caída de Constantinopla el 1453 d.C., me tiene jodido. Primero fue Mónica Bellucci y ahora es una desconocida sobre la que han escupido comentarios soeces 100 millones de espectadores en todo el mundo.

Como dice aquel soneto que halló don Quijote cuando llegó a Sierra Morena:

O le falta al Amor conocimiento
o le sobra crueldad, o no es mi pena
igual a la ocasión que me condena
al género más duro de tormento.
Pero, si Amor es dios, es argumento
que nada ignora, y es razón muy buena
que un dios no sea cruel. Pues ¿quién ordena
el terrible dolor que adoro y siento?
Si digo que sois vos, Fili, no acierto,
que tanto mal en tanto bien no cabe
ni me viene del cielo esta ruina.
Presto habré de morir, que es lo más cierto:
que al mal de quien la causa no se sabe
milagro es acertar la medicina.

Queridos niños: a la vista de las circunstancias incompatibles que separan mi musa de mí, parece que mi mal de amores tiene difícil solución. Mientras me atiborro con chocolate puedo ir mejorando mi italiano cantando el Fratelli d'Italia. Y encima tengo un vídeo para hacer karaoke.

Fratelli d'Italia
L'Italia s'è desta
Dell'elmo di Scipio
S'è cinta la testa
Dov'è la vittoria?
Le porga la chioma
Ché schiava di Roma
Iddio la creò

Stringiamci a coorte
Siam pronti alla morte
Siam pronti alla morte
L'Italia chiamò!


[Actualizado]
Como era de preveer, se ha montado lío con la muchacha. Malasombra encontró a su prima, y hubo que votar para ver si era ella o no. Después hablamos del inglés que se ligó a una desconocida en el metro. Yo sigo comiéndome los mocos.

lunes, 22 de octubre de 2007

F1: GP Brasil 2007

Obrigado, Felipe!No sé lo que me pasa últimamente pero, cual astrólogo de pacotilla, cada vez que vaticino algo pasa justamente lo contrario. Dije el viernes que el mundial era pan comido para Hamilton, ¡y ya ven!

La clasificación del sábado nos dejó una cosa bien clara: si Räikkönen estaba cerca, Massa no iba a poder ganar el Gran Premio de casa. Felipe marcó la pole cuando aún restaban 5 segundos para que terminara el tiempo de clasificación, lo que le permitía dar otra vuelta rápida, pero no la dio. Massa recorrió el circuito de Interlagos saludando a su afición. Se entregó a su público, henchido de orgullo por haber hecho su trabajo mejor que nadie y dejó que corriera el sábado el tiempo que el destino le tenía dedicado para la gloria el domingo, mientras los demás volvían a boxes. Él no volvió. Terminó su vuelta y, entre el delirio de la torcida, dio otra vuelta más. Ese hombre, que había sido el más rápido en la pista, corría en casa y sabía que no iba a poder ganar, así que celebró su victoria por anticipado. Massa le entregó el mundial y la carrera a Räikkönen y a Ferrari, y lo hizo ante su gente. Bravo, bravissimo, Massa. Moito obrigado Felipe!

Orgullo FerrariEl domingo por la mañana intenté visualizar mentalmente la carrera, y supe que todo el pescado estaba vendido. Estaba claro que iba a ser un mero trámite. El líder del mundial sale desde la primera fila, escoltado por su compañero de equipo desde la segunda; ambos hacen una salida conservadora. El equipo juega sus cartas, se queda detrás de los Ferrari, que tienen a su alcance poco que ganar, y dejan la presión al tercer clasificado, quien, por mucho que luche, lo tiene todo perdido: el mundial se decidió luengo tiempo atrás, y soñar con lo imposible está reservado para los locos.

Pero hete aquí que llegó el comienzo del último Gran Premio del año y, lo que debiera haber sido, no fue. Massa hizo su trabajo de forma impecable bloqueando la salida de Hamilton, y Räikkönen no desaprovechó su oportunidad de ponerse segundo.

Y entonces llegó el milagro. Desde luego, los periolistas de telecinco pueden dedicarse a profetas cuando la F1 se vaya a la sexta y tengamos que aguantar sandeces de tiki-taka. Todo el fin de semana oyéndoles que "Alonso podía hacer posible lo casi imposible", y vaya si lo hizo. Adelantó a su compañero de equipo en la primera curva, y aún tuvo tiempo de hacerle aflorar los nervios de novato en la curva 3. El que iba a ser campeón del mundo tenía el enemigo en casa y, junto con los nervios, perdió escandalosamente el mundial. Ninguneado hasta la decimoctava posición por un problema hidráulico después de salirse de la pista, la gesta era casi imposible, y ahí sí que no estaba Alonso para obrar el milagro. El año pasado vimos a Schumacher en una carrera espectacular, remontando desde la última posición hasta la cuarta final, pero Hamilton no es Schumacher.

Las g****s de siempreY luego vino todo lo demás. Y Räikkönen ganó la carrera. Y Ferrari ganó el mundial.

Sé que puede molestar a alguien y no es esa mi intención, pero, como a mí me enseñaron en el colegio que quien dice la verdad ni peca ni miente, y que además nunca hay que tener miedo a decir la verdad, puedo decir con total descargo de conciencia que vivimos en un país de pito y pandereta. No nos importa tener un coche que corrió el París-Dakar del año 74, que está sin frenos, que gasta más gasoil por kilómetro recorrido que el Yamato, que no le bajan las ventanillas, no le funciona el aire, tiene la luna rota y está lleno de mierda, siempre y cuando el vecino tenga que ir en metro. Porque, sí, lo importante es que el vecino se joda. Así que, si se jode Hamilton, miel sobre hojuelas.

Pero no piensen que es un problema de racismo, de antianglicanismo o de desviaciones sexuales: lo mismo hubiera dado que Hamilton fuera negro, amarillo o blanco, moro, hindú o budista, marica, travelo o momosesuar. No. Para la afición española Hamilton encarnaba el diablo mismo: un piloto que podía (y pudo) hacer sombra a Alonso, nuestro ídolo de masas, y eso no se perdona.

¿Que Ron Dennis se equivocó al mantener la igualdad entre los 2 pilotos hasta final de temporada? Pues sí. En Ferrari hubo igualdad, hasta que vieron que, si dejaban que la hubiera, se escapaban los McLaren. Y dejaron al segundo atrás. No fue una falta de respeto. No fue un desprecio. No fue un error. Ferrari iba a por el mundial, por complicado que fuese, y su única baza era sacrificar al que iba segundo. Sí, Massa iba segundo porque en Australia había tenido problemas con la transmisión, porque en Malasia se había salido de pista luchando con Hamilton, porque en Canadá lo descalificaron por saltarse un semáforo o porque en Hungría el equipo la cagó en la segunda ronda de clasificación al ponerle los neumáticos fríos. Pero Massa no protestó, no apeló a unos duendes malvados que gobiernan la FIA contra él, y no se arrogó unos místicos derechos ancestrales por los que todos debían adorarle. Massa corrió para el equipo, y el equipo acabó ganando.

Baste un pequeño vistazo a las posiciones que han llevado los 3 pilotos que han llegado a la última carrera con opciones para ver a quién iba apoyar McLaren para acabar el campeonato con mayores posibilidades de ganar.

Carrera Primero Segundo Tercero
Australia Raikkonen 10 Alonso 8 Hamilton 6
Malasia Alonso 18 Raikkonen 16 Hamilton 14
Bahréin Alonso 22 Raikkonen 22 Hamilton 22
España Hamilton 30 Alonso 28 Raikkonen 22
Mónaco Alonso 38 Hamilton 38 Raikkonen 23
Canadá Hamilton 48 Alonso 40 Raikkonen 27
EEUU Hamilton 58 Alonso 48 Raikkonen 32
Francia Hamilton 64 Alonso 50 Raikkonen 42
Gran Bretaña Hamilton 70 Alonso 58 Raikkonen 52
Europa Hamilton 70 Alonso 68 Raikkonen 52
Hungría Hamilton 80 Alonso 73 Raikkonen 60
Turquía Hamilton 84 Alonso 79 Raikkonen 68
Italia Hamilton 92 Alonso 89 Raikkonen 74
Bélgica Hamilton 97 Alonso 95 Raikkonen 84
Japón Hamilton 107 Alonso 95 Raikkonen 90
China Hamilton 107 Alonso 103 Raikkonen 100
Brasil Raikkonen 110 Hamilton 109 Alonso 109

Las frías estadísticas pueden ser interpretadas de tantas maneras como personas hay en el mundo, pero, para mí, una cosa está clara: en McLaren ha habido un piloto que ha ido todo el año por delante. Por el deporte, por el espectáculo, por el respeto que se merecen los dos pilotos, McLaren ha mantenido la igualdad. A mí no me ha sorprendido que Ron Dennis quisiera que ganara Hamilton. A mí me ha sorprendido que Ron Dennis no haya hecho a Alonso trabajar para el equipo, porque de haber procedido así Hamilton habría ganado el mundial.

Así que, aun a riesgo de ser impopular, yo, desde aquí, por mantener la tensión hasta la última carrera, por permitirnos ver un mundial disputado (dentro y fuera de la pista, sí) y por darles a dos de los mejores pilotos del mundo un coche ganador, quiero darle las gracias a Ron Dennis.

Vamos de culoAlonso dijo cuando fichó por McLaren que desde pequeño quería ser piloto de las flechas de plata. Si lo que dijo era cierto, tenía que saber dónde se metía. No me imagino a un piloto fichando con Ferrari e indignándose luego de que le hagan entregar la victoria del Gran Premio de su casa a su compañero. O Alonso ha estado debajo de un ladrillo los últimos 20 años, o nos mintió. Nadie esperaba que Hamilton rindiera a un nivel tan alto, pero cuando tu compañero es muy bueno sólo hay una salida posible: ser mejor que él.

Desgraciadamente, en esta España de Dios no se puede crear afición de ninguna manera: si sale una estrella que despunta todos los focos, las miradas y los aplausos van dirigidos a él (o ella). Cuando la estrella se apaga se apaga el interés, y a otra cosa mariposa. Este año, con un mundial apasionante, con nervios hasta el último metro, con 4 pilotos que podían haber conseguido el título, lo único que se oye es "por lo menos no ha ganado Hamilton". Pues lo siento, pero para mí cualquiera de los 4 pudiera haber ganado, y, a buen seguro, con merecimiento.

Eso sí, uno siente los colores del cavalino, barre para casa y, cuando los números acompañan, no se puede desperdiciar la oportunidad de ponerlo de manifiesto. Estos son los resultados finales de los cuatro primeros clasificados:

Räikkönen: 6 victorias (Australia, Francia, Inglaterra, Bélgica, China y Brasil), 3 poles (Australia, Europa y Bélgica), 6 vueltas rápidas (Australia, EEUU, Inglaterra, Hungría, Turquía y Brasil).

Hamilton: 4 victorias (Canadá, EEUU, Hungría y Japón), 6 poles (Canadá, EEUU, Inglaterra, Hungría, Japón y China), 2 vueltas rápidas (Malasia y Japón).

Alonso: 4 victorias (Malasia, Mónaco, Alemania y Italia), 2 poles (Mónaco e Italia), 3 vueltas rápidas (Mónaco, Canadá e Italia)

Massa: 3 victorias (Bahréin, España y Turquía), 6 poles (Malasia, Bahréin, España, Francia, Turquía y Brasil), 5 vueltas rápidas (Bahrein, España, Francia, Europa, Bélgica y China).

Así que, ¿quién merece ganar el título según carreras ganadas? Um... ¡Coño! ¡Pero si es Räikkönen! ¡Y con 2 más que sus competidores!

¿Quién dirían ustedes que ha hecho más poles? Bueno, aquí se comparte: tanto Massa como Hamilton consiguieron 6.

¿Y en lo que respecta a la siempre olvidada vuelta rápida? De nuevo Räikkönen se lleva la palma: nada menos que 6.

No sé si Alonso lo tenía pensado de antes para congraciarse con la prensa, pero, en cualquier caso, voy a parafrasearlo cuando digo que "el que tiene más puntos es justo campeón". Así pues, bravo, Räikkönen.

Queridos niños: se acabó lo que se daba. En esta vida todo tiene un principio y un final, y el mundial de F1 del 2007 no iba a ser una excepción. Por delante tenemos 5 meses sin carreras, sin Lobatadas, sin gordos sandios y sin mensajes SMS repletos de faltas de ortografía corriendo por nuestros televisores.

Ci vediamo amici!
Nos vemos madrugando el 16 de Marzo en Australia.

[Actualizado]
El rey del comentario, el observador más imparcial de las españas, la pluma más afilada al oeste del Pecos no nos podía fallar: la crónica más aguda del desenlace del mundial en el blog del Experto.

domingo, 21 de octubre de 2007

Forza Ferrari!


Grazie Kimi! Grazie Felipe!

[La crónica se publicará ASAP]

domingo, 14 de octubre de 2007

De la búsqueda de la felicidad

La alegría de vivirCon eso de que el viernes fue la Fiesta Nacional y nos hemos juntado con un pseudopuente de tres días, este fin de semana he tenido tiempo para recluirme en mis sandeces, y he recordado algo que una vez me dijo alguien que me ha demostrado sobradamente que me aprecia, y que era algo como "si te dejas llevar por la tristeza al final te haces daño a ti mismo y a los que estamos a tu lado, porque no sabemos cómo ayudarte". Aquello me hizo pensar que si siendo feliz podía agradar a la gente que tengo alrededor, que quiero y que sé que me quiere, merecía la pena hacer el esfuerzo. Como de bien nacidos es ser agradecidos, me he puesto manos a la obra en busca de la felicidad.

Por supuesto, si antes se decía que el conocimiento se encontraba en los libros, yo he ido a la nueva fuente de la sabiduría humana, y le he preguntado qué es la felicidad. Por supuesto, el resultado es que la felicidad es efímera. Pero no sólo eso: la felicidad es un bien escaso. ¿De qué serviría entonces que cayera en manos de aquellos que no íbamos a saber aprovecharla?

Si la felicidad es efímera y para colmo de males únicamente está al alcance de unos pocos, ¿qué podemos hacer aquellos a los que nos está vedada sino sumirnos en la ignominia de nuestra propia existencia? Pues de nuevo he venido a recordar algo que leí en una entrevista de Punset a un tal Mihaly Csikszentmihalyi (de los Csikszentmihalyi de toda la vida). Mihaly relativiza la felicidad a la experiencia, y esta a lo que se hace en la vida. Finalmente concluye:

"Tenemos que gastar un tercio de la vida en que estamos despiertos en algo productivo, en algo relacionado con conseguir calorías para el organismo, ya sea cazando o trabajando en una fábrica, o estudiando, los jóvenes. El otro tercio es lo que llamamos mantenimiento, que es simplemente tener el cuerpo en un cierto nivel de funcionamiento, es decir vestirse, afeitarse, peinarse, comer, desplazarse al trabajo... por hacer todo esto no se recibe ningún sueldo, pero hay que hacerlo ya que de lo contrario el cuerpo se deteriora: el pelo crece y la gente se deja. Y lo tercero es el placer, que es lo que los griegos llamaban “escoleia”, que significa lo que se hace en el tiempo libre. Esta es la palabra de la que se deriva la palabra escuela, porque para los filósofos griegos lo que se hace en el tiempo libre es aprender, y esta era la manera de crecer y mejorar..."

Así que la solución mágica para ser feliz es tener la mente ocupada, aprender y mejorar como individuo. Me parece fetén, pero, ¿para qué sirve saber cosas que son otros los que las han descubierto? ¿Para qué sirve construir cosas que son otros los que las han inventado? ¿Para qué sirve aprender hechos que otros han vivido? ¿Para qué sirve estudiar la vida de gente que no he conocido? ¿Para qué sirve estar enamorado cuando no eres correspondido?

Definitivamente, no es fácil levantarse con una sonrisa de oreja a oreja, con ganas de estar contento; si el secreto de la felicidad está en una vida plena, cultivada y entretenida, ahora entiendo por qué por mucho que me levante con el firme propósito de ser feliz para cuando aparecen las primeras horas de la tarde ya estoy encabronado y sin ganas de vivir.

Pero, ¿dónde está realmente oculta la ilusión por ser feliz? La ilusión no se pierde; la ilusión no existe. Cuando tienes algo que perder, buscar la felicidad es secundario.

Y es que, ¿quién es realmente feliz en la vida? Si lo pienso con frialdad, todos los seres realmente felices que se me vienen a la mente no cumplen ninguna de las premisas dadas: no son productivos, no están cultivados y desde luego no buscan la felicidad.

Hace poco leí la afición que tienen los líquenes por vivir, por mal que se le pongan las cosas. Cito a Bill Bryson en su libro Una breve historia de casi todo:

"Un liquen es una asociación entre hongos y algas que, sorprendentemente, se alimenta de rocas. Los hongos excretan ácidos que disuelven la superficie de la roca, liberando minerales que las algas convierten en alimento suficiente para el mantenimiento de ambos. Los líquenes son de crecimiento lento. A un liquen puede llevarle más de medio siglo alcanzar las dimensiones de un botón de camisa. Sería difícil imaginar una vida menos plena".
Si miramos en derredor, lo más probable es que los típicos gilipollas que son felices no sean más que unos tarados mentales, unos viva la virgen o, en el mejor de los casos, la evolución que han seguido los líquenes tras millones de años de metamorfosis, para acabar pareciéndose a un ser humano.

Queridos niños, hoy voy a volver a citar a mi bienquisto Cervantes, quien parece que escribió su Quijote sólo para mí:

Busco en la muerte la vida,
salud en la enfermedad,
en la prisión libertad,
en lo cerrado salida
y en el traidor lealtad.
Pero mi suerte, de quien
jamás espero algún bien,
con el cielo ha estatuido
que, pues lo imposible pido,
lo posible aun no me den.

Sed felices si podéis y, si no, sed felices por los demás.

Foto: http://www.flickr.com/photos/mongol/465550988/

domingo, 7 de octubre de 2007

F1: GP China 2007

¿Ande estará mirando?Volvió a pasar. Abro la boca y, antes de que pueda cerrarla, tengo que comerme mis palabras. No hace ni una semana decía que el mundial estaba sentenciado y, hoy, está a la vista de todos que ni mucho menos es así. Sí, sigue habiendo un favorito con todas las de ganar, pero la función no termina hasta que canta la gorda, y la gorda hoy estaba con faringitis. El año pasado llegamos a Brasil con dos pilotos con posibilidades matemáticas de ganar. Este año serán tres y, esta vez sí, cualquier cosa puede suceder.

Pero, como dicen los cuentos, no siempre fue así. Hubo un tiempo en el que un negrito de Granada, hijo de un conductor de autobuses, decidió emigrar de la isla perdida del Atlántico a la pérfida Albión. Y ese negrito formó una familia, y tuvo un hijo al que llamó Jaimito, y un día le preguntó: "Hijo mío, ¿tú qué quieres ser de mayor? ¿Futbolista? ¿Bombero? ¿Vendedor de DVDs piratas en el metro de Sol?" Y el niño le contestó: "Father (porque el niño hablaba en inglés), quiero ser campeón del mundo de F1, joder a los periodistas de telecinco y beber ginebra con la reina madre". Y, hasta hoy, todo parecía indicar que las dos primeras cosas iba a poder conseguirlas en la carrera de China. La inexperiencia, los nervios y una pésima gestión de la carrera por parte de su equipo le ha dejado con la miel en los labios.

Sigo manteniendo que no me gustan las carreras con agua, pero reconozco que la de hoy ha sido muy interesante. Adelantamientos, suspense, sorpresas, y un Kimi Raikkonen que ha vuelto a ganar, aunque lo ha hecho sólo cuando Hamilton ha pifiado.

...Y el mundial sigue abiertoTras la clasificación del sábado, las cosas se le ponían muy bien a Hamilton. Pole, posibilidad de lluvia, y su inmediato perseguidor en el mundial saliendo cuarto detrás de Raikkonen y Massa. Y, de hecho, todo marchó bien hasta que, alrededor de la vuelta 27, sus neumáticos empezaron a decir basta. Pero no paró. Siguió, y siguió... y su casita derrumbó. Mala jugada. El ver a Hamilton con las ruedas de lluvia intermedia en las lonas me recordó a una cierta carrera en Hungría en la que otro piloto y equipo también se equivocaron, y pasaron de tener un podio asegurado a acabar octavos. Hamilton ha salido desatado, como un campeón, marcando vuelta rápida tras vuelta rápida. Se ha merendado a los Ferrari, al otro McLaren y, en menos de 10 vueltas, ya estaba doblando un Spyker.

Pero a rey muerto, rey puesto. El siguiente mejor ha sido Raikkonen, que no ha cometido ningún error. Así que su victoria ha sido justa, inmerecida, y rotunda. Alonso, que sólo ha podido adelantar a Massa cuando el brasileño se ha quedado sin neumáticos, ha hecho "lo justo", aunque siempre correcto. De nuevo los comentarios de Bobato nos han dicho que "iba recortando tiempo" en las últimas vueltas, pero recortando tiempo por detrás, puesto que Raikkonen iba acercándose por detrás, pese a ir por delante y yendo más rápido, en otro extraño giro de la cuarta dimensión en el continuo espacio-tiempo.

Massa se ha diluido conversando consigo mismo. Ha puesto un casette con rancheras de Rocío Durcal en la radio del coche y se ha dedicado a dar vueltas, hasta que al final le ha entrado cagalera y ha marcado la vuelta rápida.

Con un 6 y un 4, hago la cara de tu retratoLo que me quedé con ganas de decir de Vettel o de Liuzzi en Japón puedo decirlo abiertamente tras la carrera de China. Vettel apareció por el paddock del circuito de Shanghai con una sanción de diez posiciones después de llevarse por delante a Webber cuando estaba saludando a su tía la del pueblo en la carrera de Japón (aunque al final se la retiraron), pero el sábado le sancionaron con cinco posiciones por entorpecer a un rival en la clasificación, con lo que de su 12ª posición obtenida en la pista le hicieron salir el 17º (es curioso, pero en esta ocasión no he oído a los periolistas de telecinco decir que el reglamento no sanciona entorpecer a un contrario). En condiciones adversas, con un coche que en seco no tiró, han sido capaces de puntuar, asomarse al podio, y demostrar que son grandísimos pilotos. Tengo debilidad por Liuzzi, lo reconozco, y le echaré de menos el año que viene si como parece no consigue un asiento en F1.

Button proporcionó el alivio que estaba necesitando Honda al final de temporada con un quinto puesto final. Los BMW arriesgaron el sábado con una estrategia a una parada que al final les salió... mal. Se fueron para atrás en la clasificación y la carrera no les vino nada bien. Y eso sin decir que Kubica tuvo que retirarse a falta de 15 vueltas.

Bien por el puntito que ha sumado Coulthard, que ha batallado con Kovalainen toda la carrera.

Otro que ha luchado a brazo partido toda la carrera ha sido Ralf Schumacher. ¿Y? ¿No voy a decir nada bueno de él? Pues no. ¿Por qué iba a hacerlo? Un tío que ha chocado con la mitad de los pilotos que llevaba por delante, y que no ha sido capaz de aguantar una posición sin salirse creo que no merece mi alabanza. Y me da igual que sea un alemán en China o un español en Bahrein. Mal.

La mitad de las pit-babes de China... son tíos¿Quién nos queda por nombrar? La señora del fondo me indica que no hemos hablado de la retirada del automovilismo de Alex Wurz. Pues que le vaya bien. No sé dónde leí que en uno de los GP de Austria, cuando era probador de McLaren, mientras estaba dando vueltas al A1 Ring a los típicos VIP apuró una frenada para acojonar y el coche falló. Si no recuerdo mal se dieron contra el muro, el coche se partió por la mitad y, aunque él salió relativamente ileso, mandó como 6 meses al hospital a su acompañante, que estuvo varios días en coma (ahora que estoy haciendo memoria me suena que era un juez, pero para el caso da igual). Sí, quería contar una anécdota divertida, ahora que se va. No le echaremos de menos.

Por cierto, no quiero terminar sin recalcar otra circunstancia que hemos visto hoy. Pensaba que la ojeriza malsana que le tenían a Schumacher en las retransmisiones de telecinco del año pasado no podían ser superadas. Otra vez, me equivoqué. El chovinismo habitual hoy ha quedado en nada a la vista de los gritos de júbilo que el gordo sandio nos ha dedicado cuando Hamilton se ha ido a la puzolana. Lo que quité del post de la semana pasada por excesivo lo voy a poner en el de esta: que Dios lo tenga pronto en su gloria.

Queridos niños: Creo que puedo repetir lo que ya dije al final de la temporada pasada: el mejor piloto del año es el que gana el mundial. Este año, a falta de la última carrera, hay tres pilotos que pueden alzarse con el triunfo y, a mi entender, el que lo consiga lo tendrá merecido. Y, ahora, van a venir 15 días en los que nos vamos a hartar de oír todas las combinaciones de resultados posibles en los que Alonso se proclamaría campeón. Que Dios reparta suerte.

[Actualizado]
Intervenciones divinas, complots judeo-masónicos y la familia de Bernie en la crónica de China de El Experto.
Otra excelente crónica glosada con alabanzas a nuestros amigos los Toro Rosso, en El Anaconda.