lunes, 24 de enero de 2011

De cómo disfrutar del universo con sólo levantar la vista al cielo y ver las estrellas


Entre el tejado del cobertizo y la gran planta que cuelga sobre la valla desde la casa de al lado veía la constelación de Orión.

La gente dice que Orión se llama Orión porque Orión era un cazador y la constelación parece un cazador con garrote y arco y flecha, así


Pero eso es una verdadera tontería porque no son más que estrellas, y podrías unir los puntitos como quisieras, y hacer que pareciese una señora con un paraguas que saluda, o la cafetera de la señora Shears, que es de Italia, con un asa y vapor que sale, o un dinosaurio


Además en el espacio no hay líneas, así que podrías unir trocitos de Orión con trocitos de la Liebre o Tauro o Géminis y decir que son una constelación llamada El Racimo de Uvas o Jesús o La Bicicleta (sólo que no tenían bicicletas en las épocas romana y griega, que fue cuando llamaron Orión a Orión).

En cualquier caso, Orión no es un cazador o una cafetera o un dinosaurio. Es Betelgeuse y Bellatrix y Alnilam y Rigel y 17 estrellas más de las que no me sé los nombres. Y son explosiones nucleares a billones de kilómetros de aquí.

Y ésa es la verdad.
El curioso incidente del perro a medianoche, Mark Haddon (1962- ).

Queridos niños: para no cumplir un mes sin postear, nada mejor que sugeriros un libro que (creo) os hará sonreir, entristecer, sufrir y gozar. Se lee en una tarde (sic) que se os hará corta.

Still alive. Gracias por estar al otro lado. Se os quiere.