domingo, 29 de abril de 2007

De la entropía y el equilibrio del Universo

La verdad dicha para que escueza.Siempre había creído que la vida se desarrolla conforme al albur que el destino quiere darle a cada uno.

Sin embargo, he de reconocer que, a día de hoy, y gracias a esas inquietudes que a uno le vienen de vez en cuando por la Física, la Química y la Historia (bueno, quizás no a todo el mundo le interesa la Historia), he venido a refrescar aquello que nos contaron luengos años atrás en el colegio de turno, y con ello he cambiado mi modo de ver el mundo.

En la época estudiantil, los estudiantes se podían dividir grosso modo en dos grupos: aquellos que serios como badiles atendían extasiados a las hueras explicaciones del profesor de turno con el propósito de alcanzar el reconocimiento de este para que les diera la mejor de las calificaciones, y que hoy en día están reponiendo cajas de tampones en el carrefour, y los que pasaban del tema, y que, hoy en día, o envidian a los que están de reponedores, o están abocados a acabar reemplazándoles.

En estos últimos posts donde las chorradas compartían espacio con curiosidades científicas (las llamo curiosidades porque entiendo que son desconocidas para el gran público, donde me incluyo), pretendía que el protagonista fuera el grande, el magnífico, el único (el único palpable, al menos): el Universo. A la vista del éxito obtenido, lo mismo hubiera servido a mi propósito divulgativo haber hablado de la inmortalidad del cangrejo, los hijos de Gengis Khan o los puntos que dan en las estaciones de servicio.

Pues bien, el Universo tiene varias características observables que han sido identificadas por los científicos, entre las que se encuentra aquella a la que me refería al principio: la entropía, que es a su vez a la que se refiere la segunda ley de la termodinámica.

Para aquellos perezosos y haraganes que no quieran pinchar sobre el enlace (no duden que ya sé que son mayoría), les diré que la entropía viene a ser aquello que hace que si echas unos cubitos de hielo en un vaso de coca-cola caliente, se convierta todo en un mejunje templado y asqueroso que lo mismo te desatasca las cañerías que te deja el cutis como el culo de Copito de Nieve.

Esta curiosa propiedad, que por evidente nos pasa desapercibida, es perfectamente aplicable no sólo en cuestiones térmicas, sino también sociales y, más específicamente, a nuestra dicha, contento y felicidad. De ese modo, al igual que la energía ni se crea ni se destruye, podemos decir igualmente que la felicidad es constante en el Universo, y que fluye a través de este de uno a otro individuo por algún medio aún ignoto. Esto es, si usted se entera de que a su vecina le han tocado 40 euros en la primitiva, se abren dos posibilidades en el continuo espacio-tiempo: o bien a su vecina, para contrarrestar la felicidad recibida, le sale un sarpullido en el culo, o le saldrá a cualquier otra persona en el Universo. Por pura probabilidad, yo que usted iría derecho a la farmacia a por algún remedio rápido. Pensarán ustedes acertadamente, ¿y por qué a otra persona y no a cualquier otro bicho? Pues porque la felicidad, como la inteligencia, sólo es aplicable a los seres humanos. No, señora, no me diga que su gato es muy listo porque su gato, como todos los demás animales de compañía, no es más que un saco de bacterias pululando por su cocina. Como diría Eduardo Torrijos: "¡qué asco!".

Así que ya sabemos que algún hijo de puta se lo tiene que estar pasando de miedo a costa de nuestra desventura. No, no podemos alegrarnos sabiendo que hay alguien feliz a nuestra costa, porque de nuevo el Universo, ecuánime juez equilibrador de cuanto acontece en su interior, compensaría el sumatorio de la felicidad para que el resultado final sea constante, de modo que nuestra alegría sería la adversidad de otro y, de una manera o de otra, por aquello de que la felicidad de hoy es la desgracia del mañana, al final acabaría llegando hasta nosotros aún más ignominia.

Para los que aún se estén preguntando el porqué de la foto del Dr. House, ahí va una cita (quote, que dicen los ingleses) de no sé qué capítulo de no sé qué temporada, y que viene a corroborar todo lo dicho aquí por mí:

House: "[...] Universe always settles the score."
Cuddy: "Does it?"
House: "No, but it should."
Permítanme que lo traduzca libremente para el público más castizo como:
House: "[...] El Universo siempre ajusta las cuentas."
Cuddy: "¿Lo hace?"
House: "No, pero debería."
Por supuesto, hasta el Dr. House puede equivocarse.

Queridos niños, la enseñanza de hoy viene a ser algo como esto: las cosas siempre pueden ir peor. No hay nadie imprescindible. La Tierra aún seguirá girando cuando todos hayamos muerto.

Y ya puestos, si os place, ved la serie de House y me la contáis al día siguiente, que yo me acuesto a las 10 y media.


Más información:
http://en.wikiquote.org/wiki/Gregory_House

domingo, 22 de abril de 2007

De la edad de la Tierra (2ª parte)

El espectro de sucesosLa vida es un mar de sorpresas, y aquí estamos nosotros, como diría aquel, en su piélago profundo, navegando sin esperanza de llegar a puerto alguno.

Tras preparar el post sobre el cálculo de la edad de la Tierra, era plenamente consciente de las manifiestas carencias que, con dudoso acierto, intentaba tapar. Sin embargo, aunque bien es cierto que es tal y como era de prever, mi eximio público vino de nuevo a darme una lección de humildad, al apuntar sabios comentarios a mi teoría, ya cercana a la ley, sobre los cuales no había hecho ningún tipo de consideración.

Una de las objeciones que mayores temores me hacía tener sobre los comentarios que iban a surgir era, por evidente, de obligada respuesta, y no es otra que la de cómo es posible que tengamos conciencia de hechos históricos acaecidos mucho antes del nacimiento de la Tierra. Una de las respuestas (la más evidente), es que todo eso que nos cuentan no es más que una evidente manipulación de los peces gordos, esos que no quieren que sepamos que con un poco de sobrasada, betún de judea y jabón de baño podemos recorrer más de 200 kilómetros echándolo al depósito de nuestros coches. La otra respuesta, no tan evidente pero más jocosa, echa mano (otra vez), del tiempo relativo y de la teoría de la relatividad de Einstein, aquella del E = mc².

Si lo dice Einstein, tiene que ser ciertoUn ejemplo típico para explicar que el tiempo es relativo puede ser el siguiente: supongamos 2 relojes perfectamente sincronizados situados en la Tierra. Un astronauta toma uno y se marcha al espacio en una cápsula que va a una velocidad cercana a la de la luz, mientras el otro reloj se queda aquí, siguiendo el curso normal. Según la teoría de la relatividad, cuando el reloj que va en la cápsula vuelva a la Tierra, marcará una hora anterior a la del reloj que ha permanecido aquí, pese a que para el observador que acompañe al reloj de la cápsula este ha continuado funcionando normalmente.

Unas cuantas más y se acabará el Universo tal y como lo conocemosSabemos que cuanta mayor es la cantidad de golfas que pululan por la Tierra, mayor energía es necesaria para que el Universo no se pliegue sobre sí mismo.

Siguiendo con la ecuación E = mc², y sabiendo además que "la energía ni se crea ni se destruye, sólo se transforma", nos vemos forzados a despejar que la velocidad a la que avanza el tiempo se va retardando conforme el número de golfas va en aumento. El tiempo total de la edad de la Tierra es de 71,8 años, sí, pero no años tal y como los medimos en la Tierra conforme al giro alrededor del sol, sino 71,8 años reales, de los buenos.

No dudemos pues, que, de seguir así la cosa, pronto se detendrá el universo exterior mientras nosotros aquí, rodeados de golfas, continuamos ignominiosamente con nuestro deambular diario.

Queridos niños: una vez más, arrostro a la incomprensión, a la intolerancia, a la intransigencia y obcecación del mundo, para defender aquello en lo que creo, que no es otra cosa que la búsqueda de la verdad con todo aquello que tenemos al alcance de la mano.

Cito a Stephen Hawking:

Hemos evolucionado desde las cosmologías geocéntricas de Ptolomeo y sus antecesores, a través de la cosmología heliocéntrica de Copérnico y Galileo, hasta la visión moderna, en la que la Tierra es un planeta de tamaño medio que gira alrededor de una estrella corriente en los suburbios exteriores de una galaxia espiral ordinaria, la cual, a su vez, es solamente una entre el billón de galaxias del universo observable.

Feliz día del libro.



Más información:
http://www.librosmaravillosos.com/historiatiempo/index.html

lunes, 16 de abril de 2007

De las golfas y el cálculo de la edad de la Tierra

No es tan viejo el león como lo pintanAllá por el siglo IV antes de Cristo los griegos, tan pulcros, tan limpitos, tan buena gente, tan deseosos de conocer el porqué de las cosas, teorizaron sobre el nacimiento de la tierra. Carentes de la tecnología y del conocimiento necesarios para datar correctamente este nuestro planeta, crearon mitos para explicar la creación del mundo en el que vivimos, tales como que la tierra no es más que una pelotilla bien amasada de humores provenientes de las narices de Apolo, o que Zeus tuvo a bien soltar un sonoro cuesco para crear las tormentas, las lluvias y hasta el archipiélago de las Bermudas.

Tuvimos que esperar hasta el siglo XVII (nótese por la diferencia de fechas que no es esta de determinar el instante del nacimiento de la Tierra, y por tanto la edad, una labor sencilla) cuando un tal Niels Stensen supuso que los distintos estratos de tierra que se veían a lo largo y ancho del mundo podían estar relacionados con la edad de la Tierra del mismo modo que los anillos que conforman el tronco de un árbol nos dan su edad. Basándose en este principio, William Smith supuso que si dos capas de roca situados en distintos puntos del planeta contenían los mismos fósiles, era posible que tuvieran la misma edad. En base a esto, el sobrino de William Smith, John Phillips, calculó que la Tierra debía tener unos 96 millones de años de vida.

Antes de esto, un tal Mikhail Lomonosov, unos de los padres de la ciencia en Rusia, sugirió que la Tierra se había creado unos cuantos cientos de miles de años antes que el resto del Universo, independientemente de este. Los rusos siempre se han caracterizado por tener una riquísima ensaladilla, pero, aparte de una extraordinaria capacidad para mandar animales de compañía al espacio y abandonar a astronautas a su suerte en la estación espacial MIR, está claro que en lo tratante a la ciencia se han columpiado a menudo.

Mucho más allá fue el naturalista francés Comte du Buffon, quien creó una pequeña esfera cuya composición simulaba la masa de la Tierra y midió su ratio de enfriamiento. Suponiendo que la Tierra se había formado a partir de una masa líquida de roca más caliente que el consomé del Gambrinus, hizo una muy buena aproximación de 75.000 años (una de las mejores, por mucho que se equivocara, como luego veremos).

Para no seguir divagando sobre estimaciones, teorías y pajas mentales varias, me tomo la licencia de saltar hasta los albores del siglo XX, cuando, mediante la datación radiométrica (algo así como la datación por el carbono-14, pero con rocas en lugar de vellos púbicos), los científicos se tiran a la piscina dando dos mil millones de años de vida a nuestro punto azul en el medio del Universo. Esto es, coges un peñasco de una de las obras que de seguro hay en la puerta de tu casa (interesante cerciorarse visualmente de que es realmente una piedra y no una cagada de perro), y te dices: "Bueno, pues, según este bonito guijarro, yo creo que la tierra tiene, así a ojo, 2.000.000.000 de años de vida"

Siguiendo este método de datación, en la actualidad la comunidad científica acepta la edad de la Tierra como de unos 4.550 millones de años, usando para ello básicamente la observación de concentraciones de uranio-238 junto con plomo y sus isótopos (el uranio no cesa de desintegrarse y convertirse en plomo, lo cual, si sucede en un mineral en estado sólido que esté compuesto de uranio y que conserve su integridad, nos dejará en el mismo una mezcla de uranio y plomo estable según avance el tiempo); según la vida media del uranio-238 y la concentración actual de plomo, los científicos se echan unas cuentas y listo.

No obstante todas estas plausibles sandeces que hemos oído a lo largo de la Historia, por fin vengo yo a arrojar definitivamente luz sobre el problema del cálculo de la edad de nuestra portadora, usando para ello métodos científicos, matemáticos, cuantificables y, sobre todo, objetivos.

Me tomo la licencia de hacer aquí uno de esos giros argumentales que a mí tanto me gustan y que a mi audiencia tanto desconciertan: voy a hablar ahora de la población mundial. Según varias estimaciones, la población total actual terrestre es de unos 6.700 millones de habitantes. Sabiendo además aquello de que por cada hombre hay 3 mujeres (y que algún hijo de puta se lo tiene que estar pasando de miedo con 6), tres cuartas partes de la población mundial son hembras; esto es, unas 5.025.000.000 mujeres pululando por ahí. No, no se echen las manos a la cabeza todavía, puesto que también sabe todo el mundo que

son todas golfas, menos mi madre y mi hermana
lo cual nos deja un total de 5.024.999.998 golfas, que es el dato necesario para calcular la edad terrestre.

Tomemos ahora el ratio de crecimiento de población mundial. En el bonito applet que nos da la población mundial en tiempo real podrán observar que, aproximadamente, la población mundial se incrementa en 3 nuevos habitantes cada segundo. De estos, siguiendo con que por cada varón hay 3 mujeres, extrapolamos que cada segundo en el mundo aparecen (3 * (3/4)) = 2,25 golfas más.

Ahora viene, evidentemente, la parte más fácil, a la par que tediosa: los cálculos matemáticos.

Sabiendo que cada segundo aparecen 2,25 golfas en el mundo, y que la población actual es de 5.024.999.998, esto nos da una edad para la tierra de:
5.024.999.998/2,25 = 2233333332,444 segundos
5.024.999.998/(2,25*60) = 37222222,207 minutos
5.024.999.998/(2,25*60*60) = 620370,370 horas
5.024.999.998/(2,25*60*60*24) = 25848,765 días
5.024.999.998/(2,25*60*60*24*360) = 71,802 años

Ergo, aquí tenemos la edad de la Tierra calculada de manera irrefutable: menos de 72 años. Como añadido, una pequeña demostración matemática también irrefutable:
1.- Yo tengo menos de 72 años, luego, para el caso base, se cumple que el que la Tierra tenga 72 años es cierto.
2.- Contraejemplo: mi vecina afirma que tiene más de 90 años. Dado que cada vez que me ve afirma que "estoy más alto y más guapo", lo mismo podría afirmar que tiene 90 años como que tiene 1.000, de modo que damos por nula su credibilidad y por consiguiente su edad.
3.- Por reducción al absurdo concluimos que, si mi vecina está como una chota, la edad de la Tierra es necesariamente de 71,8 años.
Q.E.D.

A quien diga que basar los cálculos para la datación de la Tierra en la estimación inicial de 6.700 millones de habitantes es tan absurdo como basar los cálculos en la vida media de los isótopos del plomo, le respondo sencillamente: cuente usted a sus congéneres y actualice los cálculos. Sólo tendrá entonces que compartir el resultado con nosotros y ganarse el merecido premio Nobel.

Habrá por supuesto quien me tache de loco, pero esto no son más que verdades como puños, y sólo digo que ya condenaron a Galileo Galilei por decir que la Tierra no era el centro del Universo mientras gritaba

¡Mi único pecado fue amar! ¡Y seguiré caminando con las nalgas bien altas! ... ¡Hijos de puta!

Queridos niños: la sociedad, la ciencia, el conocimiento, ¡el mundo!, evoluciona gracias a mí y gente como yo, que con inquietudes, con investigación y con una absurda dedicación parcial a la enajenación malsana, hacemos que el Universo siga expandiéndose.

Si fuera necesario, ya explicaré, basándome en la Teoría General de la Relatividad, por qué hay gente empeñada en decir que ha vivido más de 71,8 años, pese a que esa se a la edad misma de la Tierra.

[Actualizado]
Sepa cómo acabará el Universo en la segunda parte del cálculo de la edad de la Tierra.



Más información:
http://en.wikipedia.org/wiki/History_of_geology
http://en.wikipedia.org/wiki/Earth
http://en.wikipedia.org/wiki/Geologic_time_scale
http://en.wikipedia.org/wiki/Earth_Age
http://www.talkorigins.org/faqs/faq-age-of-earth.html

domingo, 15 de abril de 2007

F1: GP Bahréin 2007

Nunca viene de más una motivación extraSin apenas tiempo para mejorar lo visto hace una semana en el GP de Malasia, pilotos, equipos y golfas advenedizas recogieron bártulos y se fueron al polvoriento circuito de Sakhir. Uno de esos circuitos en que es todo fácil: es fácil fastidiar el motor con el polvo y el calor, es fácil no acertar con los ajustes para el coche, es fácil cagarla en cualquiera de las 3 curvas del circuito (que no tiene más), y, si se solventa con éxito lo dicho y todo lo demás, es fácil ganar.

Tras la desastrosa carrera pasada, por la que le llovieron críticas incluso desde la prensa italiana y no sólo la española (algo lógico, tratándose de un piloto de Ferrari, al que todo el mundo tiene tanta tirria), la mitad de los ojos iban a estar puestos en Massa (y la otra mitad en su novia).

Desde el viernes, los Ferrari comandaron con mano firme los tiempos, y sólo Hamilton demostró tener suficiente en la recámara como para plantarles cara. Por supuesto, como cualquier buen aficionado sabe, los Ferrari entrenan descargados "para acojonar a los rivales", de modo que la previsión para la carrera era de chubascos tormentosos acompañados de marejada y fuerte marejada.

Aunque el propio Massa tenía un ojo puesto en su coche y el otro en la moza que le acompañaba, aun tuvo tiempo el sábado para marcar la pole con casi tres décimas de diferencia sobre el segundo, el novato ese que como siga empeñado en aprender tan rápido vamos a tener que ponerle azúcar en el depósito de la gasolina. Nuestro amigo Bobato profetizó que los tres primeros habían corrido la clasificación con la gasolina justa para encender un último pitillo; por supuesto nos dio una (otra) lección magistral y, pese a que el inglés hubiera quedado por delante del español en todas las tandas de entrenamientos y clasificación, para él era evidente que lo acontecido tanto viernes como sábado era pura fachada. Aquello que decía Chiquito de que "una mala tarde la tiene cualquiera" sólo se aplica en los demás.

Bravissimo MassaCon estas premisas la incógnita puesta para el domingo era si aguantaría Massa, si aguantaría Hamilton y si aguantaría Raikkonen. Sinceramente, la incógnita se mantuvo como tal las diez primeras vueltas, pues, cuando Massa y Hamilton se fueron a 8 segundos del 3º y del 4º, la carrera, en lo referente a quién la iba a ganar, quedó clara, ora fuera para el uno, ora fuera para el otro. Ahora quedaba ver si Alonso podría defender su tercera posición con un coche que estaba claro que no andaba como debía.

Primera parada en boxes y primera bofetada para el dúo de calvos: estaba claro que Alonso no iba "mucho más largo" que los tres que llevaba delante. Raikkonen le birla la tercera posición, toma las de Villadiego y le deja la perita en dulce a Heidfeld, que viene desatado y le quita las pegatinas por fuera al líder del mundial.

A partir de ahí, a quien se le diga que lo más interesante estaba en la parte del medio se puede imaginar cómo siguió desarrollándose la carrera. Massa iba con paso firme hacia la victoria, Hamilton iba perdiendo un tiempo que luego recortó tras la segunda parada, ya sin posibilidad de coger a Massa salvo debacle, y Raikkonen se dejaba llevar sin forzar, ni presionar, ni ser presionado. Heidfeld se lo tomaba con calma siguiendo el ejemplo de los que llevaba por delante para acabar cuarto por tercera vez consecutiva, y sólo Alonso, con una pista que iba mejorando conforme avanzaba la carrera y se depositaba goma, pareció apretar sin éxito al final. Kubica hizo una de esas carreras meritorias pero aburridas, rodando prácticamente solo de principio a fin y consiguiendo sus primeros puntos.

Detrás estaban luchando a brazo partido Trulli, Fisichella y un pelotón de pilotos que con el cuchillo entre los dientes se adelantaban unos a otros sin piedad.

Queridos niños, el resumen de hoy es tan escueto como evidente: Pole, victoria y vuelta rápida para el desahuciado. Bravissimo, Massa.

Nos vemos en España el 13 de Mayo.

lunes, 9 de abril de 2007

De las meretrices y el pago del IRPF

La madre de alguienMuchos y variados son los asuntos que, con mayor o menor asiduidad, son traídos al primer plano de la opinión nacional con el ánimo de hacernos sentir más progres, más solidarios, más ecológicos, más comprometidos socialmente... y más demagogos.

El asunto de legalizar la prostitución es tan recurrente como absurdo. Que si las putas, que si los chulos, que si es un trabajo digno, que si es denigrante, que si están obligadas, que si lo hacen porque ganan mucho dinero, que si es la profesión más antigua que existe, que si la madre que los parió a todos.

Realmente, la cantidad de prostitutas que hay en el mundo es, sin duda, mucho mayor que el que diga cualquier estadística. Es más, no veo necesario ningún tipo de estudio estadístico ni sociológico para saber, sin ningún atisbo de duda, que el mundo está lleno de putas. Y para demostrarlo, un hecho irrefutable: si el mundo está lleno de hijos de puta, ¡alguna madre tendrán que tener!

Con la cantidad de hijos de puta que hay en el mundo, no es de extrañar que estén tan preocupados por legalizar su labor, buscarles derechos y servicios sociales, y, si hace falta, ponerles la cama, pues, sin duda, cada cual quiere lo mejor para su madre. Mucho más útil eso que buscarles un trabajo digno o procurarles la reinserción social, porque, ¿qué otra posibilidad iban a tener estos esforzados guardianes y defensores de los derechos de las prostitutas si se acabaran éstas más que tirarse a sus señoras? Ya me imagino al José Tojeiro de turno tomándose su colacao sin drojja y poniendo el grito en el cielo si se le acabara el chollo de pagar lo normal.

Sin duda, el trabajo más antiguo que existe. Y es que cada cual le trae el sentido de lo que piensa conforme a su experiencia. Para muestra, un botón:

—Dígame, señor, así Dios le dé buena manderecha en la impresión de sus libros: ¿sabríame decir, que sí sabrá, pues todo lo sabe, quién fue el primero que se rascó en la cabeza, que yo para mí tengo que debió de ser nuestro padre Adán?
—Sí sería —respondió el primo—, porque Adán no hay duda sino que tuvo cabeza y cabellos, y siendo esto así, y siendo el primer hombre del mundo, alguna vez se rascaría.

Y, siendo putero, ¿quién no puede venir a pensar que su antepasado también lo era? ¿Y el antepasado de su antepasado? ¡Otro putero, pues! ¿Qué me dice del antepasado del antepasado del antepasado? ¡Ese sería sin dudarlo el más putero de todos! No cabe duda de que piensa el ladrón que todos son de su condición.

No quiero dejar de frivolizar sobre el asunto de marras sin venir a recoger un consejo de esos que tan cariñosamente suelen enviarnos al correo electrónico de cuando en cuando entre estupendos consejos para alargar el pene y recuerdos de passwords perdidas de bancos en los que no tenemos cuenta:

Cuando tengas un día de esos en que piensas "¡Odio mi trabajo!" haz lo siguiente:

* En el camino de vuelta a casa para en una farmacia y ve hacia la estantería en la que se encuentran los termómetros. Tienes que comprar un termómetro rectal de Johnson & Johnson. Asegúrate de coger ese modelo y esa marca.

* Cuando llegues a casa, echa el pestillo y descuelga el teléfono para que nadie te moleste.

* Ponte ropa muy cómoda, como un camisón o un pijama.

* Abre el paquete y pon el termómetro sobre tu mesilla de noche. Coge el prospecto y léelo. Encontrarás en letra pequeña la frase: "La calidad de cada termómetro rectal fabricado en Johnson & Johnson ha sido verificada personalmente".

* Ahora, cierra los ojos y repite en voz alta al menos 5 veces: "¡Estoy muy contento de no trabajar en control de calidad de Johnson & Johnson!"

Y recordad: Siempre hay alguien que puede tener un trabajo peor que el vuestro.

Queridos niños: como no he dicho nada hasta ahora del IRPF, concluyo con lo siguiente: que paguen, cojones. A los demás nos la meten por las ancas del culo igual que a ellas y nosotros no nos libramos de pagar impuestos por ello.

Y, como he visto que tiene mucho éxito entre las búsquedas, añado aquí, para subir mi ranking en google, lo siguiente: "diosa jaba", "golfas polacas", "talla de sostén de Mónica Bellucci" y "pilladas con el culo al aire en las escaleras mecánicas".

Sed felices si podéis.

sábado, 7 de abril de 2007

F1: GP Malasia 2007

Cualquiera lo diríaEste domingo de Resurrección, de nuevo hemos tenido retrasmisión de carreras de scalextric en telecinco (como diría aquél).

A lo largo de los días que han transcurrido desde la carrera de Australia hasta la de Malasia, un sentimiento unánime ha poblado las noticias de F1: Ferrari era superior al resto. Como no podía ser de otra manera, la única manera de que fueran mejores es, por supuesto, haciendo trampas. Y si la FIA, órgano regulador a los pies de los italianos, se lo consiente, entonces seguro que Raikkonen tiene problemas de motor, de embrague, de bragas y hasta de menopausia.

Pero la cosa no acaba aquí cuando los periolistas españoles se ponen a ello. Inasequibles al desaliento, la ojeriza al equipo Ferrari se ha propagado por el resto de escuderías cual peste bubónica. Ahora ya no sólo se le tiene tirria al equipo italiano, sino que también cae mal Renault, porque son franceses, Honda, porque son japoneses, BMW, porque son alemanes, y... ¡qué cojones! ¡Aquí cualquier equipo donde no corra Alonso apesta a trampas, falta de fiabilidad, decadencia y tíos con barriga cervecera! Especial inquina se le tiene a Fisichella, porque... porque está viejo y es feo, y a Barrichello, porque... bueno, porque corrió en Ferrari, lo cual le estigmatiza de por vida, y porque además de que también es viejo se está quedando calvo. Quizás a estos duchos comentaristas no les vendría mal recordar que Fangio ganó el primero de sus cinco Campeonatos Mundiales con 40 años.

Y es que, sabiendo que a los españoles del cerdo nos gustan hasta los andares, no me extrañaría que dentro de poco tengamos a bien aplaudir que durante las retransmisiones se comente qué equipo tiene los camioneros con mejor olor corporal (el de Alonso), qué equipo tiene las gafas de sol más elegantes (el de Alonso) o qué equipo hace mejores anuncios (aquí sí que no hay ninguna duda: ¡el de Alonso!).

Son todas ...Hablando ahora de todo aquello que no le importa ni a la prensa española ni al vulgo en general, y que viene a ser lo puramente deportivo, comentar que, en efecto, a lo largo de esta diáspora extraeuropea que vive la Fórmula 1 al principio de la temporada, todo parecía indicar que Ferrari iba a estar un paso por delante de los demás.

En la clasificación del sábado, como no podía ser de otra manera, el orondo y agorero acompañante del calvo tarado no hizo más que recordarnos los problemas de motor que había tenido Raikkonen en la pasada carrera de Melbourne, pese a lo cual finalmente Massa hizo su primera pole del año y Kimi acabó sospechosamente tercero.

Aunque la carrera pintaba bien para Ferrari, las cosas no siempre son como parecen, y, bien fuera porque el calvo le ha puesto las velas negras a Ferrari, o bien porque Alonso hizo una carrera impecable desde la primera curva, el baño de McLaren fue incontestable.

En un arranque tan estrambótico como desatinado, haciendo honor quizás al país en el que estaba, Massa se abrió cual prostituta malaya para únicamente taponar a su compañero de equipo. A partir de ahí, Alonso echó a correr solo por delante y su compañero Hamilton hizo una carrera memorable, aguantando imperturbable que Massa le intentara pasar por delante, por detrás, por los lados y hasta por encima de las guijas durante las 10 primeras vueltas. Cuando Massa se fue definitivamente de excursión, siguió imperturbable ante un Raikkonen que visto lo visto andaba más preocupado por no romper que por intentar adelantar.

Alonso continuó metiendo más y más tiempo mientras los Ferrari se hundían en su propia ignominia relegados a ir detrás del negro imperturbable y del alemán al que en esta España de Dios nadie le hace caso, por mucho que esté cuarto en el mundial.

Se ve que, finalmente, cuando a falta de 10 vueltas vieron que era imposible recuperar, le dijeron a Kimi que tirara un poco, lo que sirvió para oír aún más sandeces de los comentaristas. No, Maria del Mar, no me refiero a Pedro de la Rosa. Si no estuviera él, directamente vería las carreras sin sonido.

Y, sí, todo acabó con un Alonso exultante haciendo el gesto del conejo de la suerte, dedicado a su novia, según dijo el calvo.

Dios quiera que Ferrari no eche más de menos a Ross Brawn de lo que iban a echar de menos a Schumacher.

Queridos niños: si alguien esperaba algo útil del comentario, sólo decirle que, tras levantarse a las 8 de la mañana para ver humillado a su equipo, un servidor se va a jugar a su PS3 (donde no hay ni un juego de conducción decente, todo sea dicho).

[Actualizado]
Para una crónica aún más ignominiosa, visiten El blog del Experto.